Capítulo N° 00008 - Hermosa Cintura

Un poco después de que logro abrirse pasó en la nueva Etapa, su cambio corporal fue evidente. Sabía que le tomaría al menos tres o cuatro meses alcanzar este nivel, pero todo fue mucho más rápido gracias a esta nueva técnica. Inhaló profundamente y exhaló las impurezas de su cuerpo. Desde su boca salió un asqueroso liquido negro, que cayó al suelo. Al vomitar este liquido, sus sentidos se agudizaron.

"¿Esto estaba dentro de mi cuerpo?" Yang Kai se sintió asqueroso.

Cultivar limpia el cuerpo de las impurezas, él ya lo sabía, de hecho ya lo había experimentado, pero nunca a este nivel. Numerosas ideas inundaron su mente. Ya había entrado con éxito en la Cuarta Etapa, pero la verdad es que no había hecho ningún progreso real en la Técnica del Puño del Reino Cuerpo Templado. Él creía que todo el entrenamiento de hoy solo significaba el uno por ciento del total.

"[Los hombres apresurados no se comen el tofu caliente]" Pensando un tiempo, Yang Kai planifico un poco el futuro. Aunque el cambio no fuera tan radical, no podía continuar como lo estaba haciendo hasta ahora. Estaba impaciente por avanzar. Fue a comer algo y continuó barriendo el área. Aunque siempre barría, no significaba que tuviera que barrer todo el Pabellón Cielo Alto. Solo es responsable por una décima parte de la escuela. Aunque es un trabajo engorroso, debe hacerlo.

Sobre la rama de un árbol, Xia Ning Chan había comenzado a mirar a los discípulos y sin darse cuenta se percato de Yang Kai. Tenia un sentimiento extraño. Hoy había algo diferente en él, pero ella no estaba segura. Seguía barriendo por mas de media hora el mismo lugar, tanto así que el piso ya estaba impecablemente brillante.

"[Este tipo...]" Xia Ning Chan no sabía lo que debía hacer con él.

En ese momento, Yang Kai tenia su mente en otro lado. Ayer había obtenido una gran oportunidad para su vida, por lo que naturalmente, estaba pensando en el futuro. Pero no encontraba soluciones reales. Solo podía continuar practicando al amanecer todos los días, al menos por ahora. Mientras reflexionaba, unos rápidos pasos se acercaron desde atrás hacia él. Rápidamente intento esquivar, pero no se dio cuenta que su movimiento logro todo lo contrario. Se estrellaron el uno contra el otro. La persona que choco contra él, cayó al suelo sintiéndose entumecido. Dio un grito de dolor ya que pensó que había chocado contra una pared de acero.

Yang Kai rápidamente le tendió la mano y le pidió disculpas "Hermano, ¿estás bien?"

El joven estaba molesto, pero cuando levanto la vista y se dio cuenta de que era Yang Kai, su irá se disipó. Enojarse por un tipo como el, no vale la pena. Respondiendo inmediatamente mientras agitaba las manos dijo: "¡Está bien, está bien!" Mientras decía eso, se levanto y siguió corriendo enérgicamente.

Yang Kai preguntó: "Hermano, ¿a dónde vas tan apresuradamente?"

El joven grito a la distancia: "Al Salón de Contribución, ¿dónde más iría?"

Al escuchar sus palabras, se dio cuenta de que hoy era el octavo días del mes. Es el día en que se distribuyen los Puntos de Contribución del mes pasado. Cada octavo día del mes, la Sala de Contribuciones está llena de discípulos que se congregan para recoger sus puntos. Con estos puntos, pueden intercambiar muchas cosas; píldoras de cultivo, tesoros, técnicas marciales, etc. Para mejorar, así que este día hace que todos se emocionen. Otros solo sienten decepción, como Yang Kai.

Todos los meses recibía una escasa cantidad de puntos. Barriendo solo podía ganar diez puntos, pero el último mes fue desafiado seis veces, y en todas perdió, así que solo le quedan cuatro puntos. Esto haría llorar a cualquiera. Afortunadamente solo es un discípulo de prueba. Como su estatus es el más bajo, al perder, solo pierde un punto. Por ejemplo, los discípulos ordinarios, pierden dos. El pensar esto, lo tranquilizo un poco. Pero incluso, aun así tiene hambre. Además está ahorrando, cree que algún día podrá canjear algo que valga la pena.

Ya estaba muy atrasado, pensó mientras continuaba barriendo. Cuando finalmente terminó, era mediodía. Es hora de ir a recoger sus puntos. Después de su ajetreada mañana, el Salón de Contribución estaba tranquilo y desierto. Afortunadamente no vino en la mañana, la espera hubiese sido eterna. Al entrar, se podía ver claramente a un anciano dormitando. Ese viejo es el tesorero de la secta. Tiene unos cincuenta años, el pelo blanco, delgado y con una cara amable. Al mirarlo, parece inofensivo, pero Yang Kai sabe lo astuto que es ese zorro.

Hubo una vez que un discípulo de élite se atrevió a ser arrogante aquí, fue expulsado de un golpe y casi perdió su vida. Yang Kai estaba presente cuando sucedió, así que sabía que ese viejo tenia una fuerza insondable. Al entrar en la vista del anciano, escucho claramente que estaba roncando.

"[Este viejo de mierda, quizás con que discípula esta soñando esta vez]" Sosteniendo la escoba, golpeo suavemente el mesón donde estaba reposando el anciano, mientras gritaba: "¡Tesorero Meng!" Ese es su apellido, Yang Kai no sabía su nombre, así que solo lo podía llamar así. Toco el mesón varias veces, hasta que finalmente despertó. Dormitando abrió los ojos y vio quien era. Arrugo la cara como si estuviese mirando mierda.

"¿Qué pasa con esa cara?", Preguntó Yang Kai indignado.

El Viejo con los ojos en blanco dijo: "¿Por qué no viniste en la mañana?"

Respondió con confianza: "¡Había mucha gente en la mañana, ahora es mejor!"

"Estas interrumpiendo mi descanso, ¿Sabes lo que significa respetar a los ancianos?"

Inclinándose, Yang Kai susurró: "¿Con qué señorita estaba soñando?"

Repentinamente el viejo se lleno de energía y le respondió en voz alta con ojos llenos de desprecio: "¡Tus palabras empañan la reputación de este viejo, es demasiado indignante!"

"¿Tenía buen cuerpo?"

"¡Espectacular!" Se le escapo la palabra al tesorero Meng.

"¿Piernas gruesas, piel blanca y una hermosa cintura?"

"Em, em, em..." Inmediatamente asintió con su cabeza, pensaba en Yang Kai como un amigo.

"Em, em, em..." se burló Yang Kai.

El tesorero Meng se puso tan rojo como el culo de un mono y lleno de vergüenza solo podía tartamudear. En ese momento quería que la tierra lo tragase.