Capítulo N° 00050 - Desechando los Cadáveres

Hu Mei Er no se atrevió a seguir hablando, por miedo a ofender a Yang Kai.

"¡Ven aquí!" Repentinamente la llamó.

Temblaba y sus lágrimas estaban a punto de derramarse. Se mordió fuertemente su labio, rogándole a Yang Kai con todo su corazón que no la lastimase. No podía moverse.

"¿De que estás asustada? ¡Te dije que vinieras aquí, así que ven ahora!" Gritó con impaciencia.

Indefensa y sin opción, caminó hacia Yang Kai, se acerco hasta estar a uno cinco pasos de él. Lo miraba con miedo en sus ojos.

Yang Kai se dio cuenta de su miedo, pero lo encontró ridículo. Así que tranquilamente le dijo. "Escuchame, sé obediente y no te lastimaré" Aun así su tono era dominante.

Reunió todas sus fuerzas para asentir con su cabeza y decir. "Lo haré".

Por fin Yang Kai estaba satisfecho, suspiro como prueba de ello. Luego se inclinó al lado del cadáver de Nu Tao y lo puso sobre su hombro. Apuntando hacia Chen Shao Feng le dijo. "¡Tú, lleva a ese!"

Aunque sintió náuseas, no se atrevió a desobedecer su orden. Se arrodilló para recoger el cadáver. Aunque era mujer, es una practicante marcial y cargar cincuenta kilogramos no significan nada.

"Sígueme". Mirando hacia la distancia, Yang Kai comenzó a caminar aún mas profundo dentro del Bosque Viento Negro. Hu Mei Er no sabía que es lo que quería hacer, pero no se atrevió a preguntar, simplemente lo seguía en silencio. Él quería deshacerse de los cadáveres. El lugar donde estaban ahora es bastante desolado, pero tal vez alguna pareja de enamorados podrían llegar hasta aquí. Además, las muertes de estos dos son muy especiales, ambos fueron asesinados con una energía hirviente que atravesó sus órganos vitales. Si la Casa de la Tormenta investiga, eventualmente podrían llegar a él. Así que debe deshacerse de ellos lo más lejos posible, para asegurarse de que nadie nunca los encuentre.

Continuaron adentrándose en el bosque, ella tenía muchas dudas pero no dijo nada. Después de un rato, un lago apareció frente a ellos. Los ojos de Yang Kai se iluminaron. Esta era la ubicación perfecta. Le indicó a Hu Mei Er que vigilara los cadáveres mientras él fue a buscar dos piedras grandes. Luego los ató a estas piedras y los arrojó al lago. Limpiándose sus manos, la miró y le dijo despectivamente. "Ahora eres mi cómplice, y deberías actuar como una, ¿no?"

Sorprendida rápidamente asintió "Lo sé". El hecho de que Yang Kai le dijera eso solo significaba que no tenia malas intenciones respecto a ella, lo que garantizaba su vida. Su corazón y mente se relajó e involuntariamente jadeó.

"Eres muy lista, buena respuesta" Yang Kai se rió ligeramente. La verdad es que no sabía que hacer con ella. Fue testigo de todo lo que había pasado, pero realmente no le había causado ningún mal. Esa no es una razón para matarla. Ya lo había pensado detenidamente. Si Nu Tao hubiese logrado escapar, él estaría esperando su propia muerte ahora. Así que incluso si la chica difundía esta información, no tenía porque temer.

"¿Has matado a otros antes?" Ella estaba mas relajada que antes, al entender que su vida no estaba en riesgo se sintió más valiente.

Sacudió su cabeza en negación. "Esta fue la primera vez".

"Pero se veía que tus ataques eran muy experimentados y cuando los mataste tu expresión no cambió. No parecía que fuera tu primera vez". Le dijo sin convencerse.

Yang Kai lo pensó un momento. Parecía ser la verdad. Si era la primera vez que mató a alguien, ¿por que no tenía miedo? Aunque sentía algunas emociones, definitivamente no era miedo. Solo estaba enfocado en su batalla y su cerebro solo pensaba en matarlos, ahora que lo pensaba detenidamente. Todo era un poco inconcebible. "Si me crees o no, depende de ti". No se iba a molestar en explicarlo.

Rodeando el lago, caminó hacia el lugar más alejado desde donde había arrojado los cadáveres. Allí Yang Kai se detuvo y se lanzó de cabeza al agua. Durante su batalla había recibido innumerables heridas y necesitaba al menos lavarse antes de regresar.

Hu Mei Er estaba parada a la orilla del lago esperando mientras pensaba en entrar también. Si hubiese sido antes, ella definitivamente iría a molestarlo, pero ahora no tenía las agallas para hacerlo. Esperó hasta que terminó su baño y le dijo. "Por favor, espérame, también deseo lavarme" Se sentía sucia después de haber llevado el cadáver. Las mujeres aman su limpieza.

"Esta bien", respondió Yang Kai mientras secaba su ropa, antes de acostarse sobre una roca para tomar el sol y absorber un poco de su energía, para recuperar fuerzas.

Ella no se atrevió a desnudarse, así que se zambulló directamente en el lago, su cuerpo se movía elegantemente, como un pez en el agua. De vez en cuando, miraba en secreto hacia atrás para ver si Yang Kai la estaba mirando, pero él no tenía la más mínima intención de hacerlo. Ese fue el golpe fatal para su orgullo. "[¿Por qué no me mira ni un poco?]" Luego de media hora de asearse, nadó hasta la orilla.

Su exquisita y atractiva figura se reveló ya que tenía su ropa pegada al cuerpo. De inmediato fue al lado de Yang Kai con sus mejillas coloradas y se sentó en la misma roca para tomar el sol junto a él. Abrió sus ojos cuando la sintió a su lado, su mirada se extendió sobre ella. Hu Mei Er miraba el suelo. "[Realmente tiene un bonito cuerpo]" pensó.

Ella mordisqueó sus labios, su expresión era incomprensible. "Sabes, en realidad... nunca he hecho ese tipo de cosas con un hombre, el único hombre que a tocado mi cuerpo eres tú. En estos años, la única razón por la que actúo como lo hago es para ayudar a mi secta a reclutar personas talentosas y así forzar una relación con el Pabellón Cielo Alto y la Casa de la Tormenta. Esos son mis motivos, lo siento por todo".

Yang Kai la miraba impávido.

"¿No me crees?" Sus mejillas estaban muy rojas. Nunca le había confiado este secreto a nadie. Todo pensaban que ella era una puta que dejaba agotados a todos los hombres. Aunque la llamaban princesa, mi señora, a sus espaldas era muy diferente.

"¡Te creo!" Yang Kai le creía sinceramente. "¿Pero que tiene que ver esto conmigo?"

Forzó una sonrisa para decir. "En el futuro, ya no vendré a molestarte". Lo que había pasado hoy fue muy impactante para ella.

Al escucharla decir esto, Yang Kai por fin se relajó, ya que finalmente había logrado liberarse de ella. Esperaron hasta que la ropa de la chica se hubiera secado. Solo entonces emprendieron el camino de regreso. Para evitar comentarios, decidieron separarse a mitad de camino, cada uno en dirección a su propia secta.

Después de regresar a su cabaña, descansó por un rato antes de ir nuevamente a la Corriente del Dragón en Espiral. Producto de esta batalla, agotó todas sus gotas de Yang. Debía reponer rápidamente su Yuan Qi, de lo contrario experimentaría graves consecuencias. Pero el poder que consiguió aumento enormemente su determinación. Nunca imagino que el poder de las gotas Yang sería tan formidable. Y solo estaba en la Octava Etapa del Reino Cuerpo Templado, ¿que pasaría cuando su cultivo sea más alto? Estaba ansioso por comenzar con su entrenamiento nuevamente.