Capítulo N° 00125 - Entrada

Yang Kai se regocijaba secretamente. Nunca había esperado que la compra previa de las piedras con atributo Yang fuera tan importante. Eran extremadamente necesarias si quería ingresar a un lugar tan peligroso como la Herencia de la Cueva del Cielo. Después de su meditación, habían cincuenta gotas Yang en su Dantian. Debería ser suficiente. Mientras meditaba, sintió la presencia de alguien que lo estaba mirando. Cuando miró en esa dirección, descubrió que era Su Yan, justo cuando sus miradas se iban a conectar, ella miró hacia otro lado. Su Mu se dio cuenta de esto y se inclino sospechosamente hacia su hermana con ojos brillantes. A Yang Kai no le importaba.

De repente, se escuchó un bullicio proveniente de la Secta de Sangre. Era el momento en que los cincuenta discípulos entrarían. Las tres escuelas tuvieron una gran discusión para llegar a un acuerdo. El resultado era este, entrarían con seis horas de ventaja. Yang Kai los miró, supo que eran la élite de su escuela. Definitivamente con ese tiempo previo, serán capaces de descubrir muchas cosas. Curiosamente las hermana Hu estaban en el centro, mientras los otros discípulos las rodeaban. Ambas lucen idénticas, similares a gemelas. Hermosas mujeres que atraerían a cualquier hombre. Naturalmente todos los discípulos que las rodeaban querían conquistar sus corazones. Morirían sin remordimientos. Uno segundos después, desaparecieron adentrándose en la cueva.

Entonces, una forma apareció volando a gran velocidad sobre la cueva. "¿Quién se atreve?" Gritó instintivamente Hu Man.

"¡Yo! ¿Quién más?" Meng Wu Yu gritó enojado, mientras miraba ferozmente a Hu Man y sus Señores. Agitó su mano y dijo suavemente. "Ven ahora"

Hu Man y los otros Señores de Sangre miraban a la figura que se acercaba. ¡Era una hermosa niña! Aunque su rostro estaba cubierto por un velo, no se podía decir que era una chica común. Era graciosamente encantadora, pero su belleza no fue lo único que los impactó. ¡Su fuerza era asombrosa! ¡Inesperadamente estaba en el Reino Fundación Pura!

Hu Man miró a Long Zai Tian con ojos furiosos. "¡Si que tu nieto metió la pata!"

Pero no respondió. Solo miraba lleno de odio a la pareja de maestro y discípulo. Pero no podía hacer nada. La fuerza de ese viejo lo superaba con creces. Si quisiera vengar a su nieto, se convertiría en un cadáver. ¡Todo era inútil!

Obviamente esa chica es Xia Ning Chan. Había estado encerrada meditando bastante tiempo en el Pabellón Cielo Alto. Después de recibir las instrucciones de su Maestro, voló apresuradamente a su encuentro. Sin embargo, la poderosa practicante del Reino Fundación Pura se escondía tras la espalda de Meng, al notar la mirada de miles de personas, todas centradas en ella.

"Mi preciosa discípula" Dijo Meng con un suave tono. Luego señaló hacia la cueva. "Es ahí, ¡ahora ve!"

Ella asintió inmediatamente. Echó un vistazo a la barrera de luz. Pero luego comenzó a barrer con su mirada a todas las personas buscando a alguien. Desafortunadamente era de noche y no pudo encontrar a quien estaba buscando. Al darse cuenta de sus acciones, Meng la presiono para entrar. Sin atreverse a oponerse a su Maestro, se mordió sus labios con una expresión dolorosa y voló hacia la cueva.

Ninguno de los Señores de Sangre tomó medidas o hizo algún comentario respecto a esto. Del mismo modo, Wei Xi Ton y los otros cuatro ancianos del Pabellón Cielo Alto solo miraban la escena sin decir palabras. ¡Había anulado completamente el acuerdo que tomaron las sectas al enviar a su propio discípulo! ¡Pero inesperadamente nadie se opuso! ¿Qué tipo de situación era esta?

Xiao Ruohan frunció el ceño sin entender lo que pasaba. "Maestro Hu, ¿de qué se trata esto? ¿No va en contra de nuestro acuerdo? ¿Por qué permites que un discípulo del Pabellón Cielo Alto entre en este momento?"

Hu Man deseó tomar una aguja de coser y cerrar permanentemente la boca Xiao Ruohan antes de que Meng Wu Ya hiciera algo. Sabía que era una persona arbitraría, si lo provocaban más no sabía que podría hacer. Por lo tanto no se atrevería a impedir que enviara a su propio discípulo, lo dejaría salirse con la suya para evitar una enemistad futura. ¿Quién hubiera pensado que Xiao Ruohan estaba buscando problemas?

Afortunadamente, Meng se burló y los ignoró.

Para apaciguar las cosas, Hu Man no tuvo más remedio que inventar una razón válida para Xiao Ruohan "En realidad, pudimos descubrir este lugar gracias a las habilidades de esta persona. Naturalmente no podemos quejarnos si enviara a su discípulo. Después de todo, sin él no tendríamos esta oportunidad en primer lugar".

"Entonces, ¿por qué no mencionó este asunto previamente cuando estábamos discutiendo?"

Hu Man estaba sin palabras. Aunque había tratado de explicar la situación, no le había salido tan bien. La verdad era que él mismo no podía rechazar la voluntad de Meng Wu Ya. Pero era obvio que no podía decirlo.

Xiao Ruohan continuó presionando. "Maestro Hu, ¿no esta pasando a llevar a la Casa de la Tormenta?  Si un discípulo del Pabellón Cielo Alto pudo entrar antes del tiempo acordado, ¿no deberíamos ser tratados igual?"

"[¡Maldición!]" Maldijo Hu Man para si mismo. Giró su cabeza para ver al último discípulo de la Secta de Sangre que estaba por entrar en la cueva. Rápidamente le gritó. "¡Tú! ¡Quien quiera que seas detente! ¡No puedes entrar! ¡Tu lugar lo tomará un discípulo del Maestro Xiao!"

¡Quién hubiera pensado que este joven al que se le negó la entrada era el nieto mayor de Long Zai Tian, Long Jun! Él estaba extremadamente emocionado por esta oportunidad única en la vida. Poder entrar y ganar la Herencia, obteniendo los grandes conocimientos que están en ese lugar. Sin embargo, justo cuando estaba por entrar, la orden de Hu Man resonó en sus oídos. El niño rápidamente miró a su abuelo con ojos suplicantes.

Long Zai Tian respiró hondo, luego habló sin ninguna resistencia. "Long Jun, cómo ha dicho el Maestro Hu, esperarás las seis horas para entrar"

Apretó sus dientes y murmuró. "¡Sí!"

Hu Man lleno de ira miró a Xiao Ruohan. "Maestro Xiao, ciertamente no puedes quejarte ahora, ¿verdad? ¡Ahora puedes ocupar su lugar para que uno de los tuyos pueda entrar!"

Pero él solo resopló y se alejó. Ya no podía seguir molestando a Hu Man para obtener algún otro beneficio para la Casa de la Tormenta.

Wei Xi Tong miró a Hu Man y le dijo. "Parece que el Maestro Hu le teme a nuestro Tesorero Meng".

Su Xuan Wu se echó a reír. "Todos hemos subestimado las habilidades de nuestro almacenista".

Hu Man miró  a Meng Wu Ya con una sonrisa plasmada en su rostro. "Mayor, ¿este es un arreglo satisfactorio?"

Meng respondió con una extraña sonrisa. "Por supuesto que estoy satisfecho. Sin embargo, si mi discípula regresa diciéndome que alguien intento ofenderla, espero que no te sorprendas si me pongo algo hostil".

Se puso pálido. Aunque tenía una sonrisa en su rostro, ocultaba la hostilidad dentro de si. "¡Por supuesto!" Luego pensó. "[¡Dios mió! Debo advertir a mis discípulos que si se topan con esa niña deben tratarla respetuosamente. ¡Definitivamente no podemos causarle ningún mal!]" Rápidamente se fue a extender esta advertencia al resto de los discípulos de la Secta de Sangre, además les dijo que debían informar a quienes ya habían entrado.

Esto sorprendió mucho a estos discípulos. ¿Quién hubiera pensado que ese viejo era tan poderoso? Incluso el Gran Anciano Wei Xi Tong no tiene la capacidad de hacer que Hu Man se comporte de esta manera. Luego, siguieron con su meditación, esperando ansiosos su momento.

Entonces, Su Xuan Wu suspiró. "No podemos decir con certeza si el riesgo que están tomando valdrá la pena".

Por otro lado, Wei Xi Tong tenía más esperanzas. "Si alguno de ellos puede obtener la Herencia, entonces se convertirá en una persona con un tremendo potencial y habilidad. ¡Será capaz de superarnos por mucho!"

"Esperemos que tengas razón..."

La tenue luz del cielo nocturno y el susurro del viendo del bosque continuaron mientras el tiempo pasaba lentamente. De repente, los expertos de las tres escuelas gritaron, alertando a todos que había llegado la hora. Todos los discípulos abrieron sus ojos. Cincuenta miembros de la Secta de Sangre ya llevaban seis horas de ventaja. ¡Es el momento de que todos los otros puedan entrar!

A la cabeza de los discípulos del Pabellón Cielo Alto iban Su Yan y Xia Hong Chen. Detrás de ellos habían líneas de dos en dos de personas ordenadamente. Todos esperaron su turno para poder entrar. Yang Kai y Su Mu iban caminando uno al lado del otro. Pudo ver como Su Mu se frotaba sus manos con ansiedad.

"Sin tan solo pudiéramos llegar juntos al mismo lugar". Dijo en voz baja.

"Debemos estar preparados, el Gran Anciano nos advirtió que sería poco probable que aterricemos en el mismo lugar".

"Hermano Yang, ¿sabes de que se trata esta Herencia?"

"Cómo podría saber?"

"Pero y ¿sabes que peligros hay adentro?"

"No..."

"¡Demonios lo siento, estoy tan ansioso en este momento!"

Yang Kai no estaba nervioso al principio, pero mientras hablaba con Su Mu no pudo evitar sentir que su corazón se apretaba. Cuando finalmente llegó su turno de entrar, entrecerró sus ojos. Quería saber exactamente que pasaba después de atravesar la barrera de luz. Cuando la traspasó, había una gran flor bajo sus pies. Estaba solo en un lugar completamente vació. Entonces, la flor comenzó a girar y desapareció. Yang Kai comenzó a caer. Aterrizó en un suave campo. Alzó la vista hacia el cielo, era de un azul profundo, pero sin nubes, luna, sol o estrellas. En su centro había un enorme y negro portal.