Capítulo N° 00159 - Volviendo a la Secta

El Anciano de la Casa de la Tormenta fue el primero en llegar al sitio. Encontró a muchos de sus discípulos. Bajo la investigación de otros expertos de su secta, ellos comenzaron a narrar todos los sucesos dentro de la Herencia de la Cueva del Cielo. Después de unos momentos, los otros expertos de la Secta de Sangre y del Pabellón Cielo Alto también encontraron a sus respectivos discípulos, ya todos suspiraban de alivio. Descubrieron que salían dispersos de todos los rincones del Bosque Viento negro. Aunque los expertos estaban perplejos por esta extraña escena, sabían que estaba ocurriendo porque la Cueva estaba protegiendo a su heredero.

Los expertos se apresuraron al bosque buscando a sus respectivos discípulos. Eran extremadamente cautelosos con ellos ya que no sabían quien obtuvo la Herencia y podría convertirse en una futura potencia en el futuro. Debían ser cauteloso, ahora uno de ellos poseía un futuro sin límites, no podían tratarlo mal. Incluso el líder irascible de la Secta de Sangre, Hu Man, le daba la bienvenida a los suyos con un actitud respetuosa y conciliadora, lo que desconcertó a muchos de ellos. Su actitud hizo que muchos se sintieran emocionados. Se emocionaron tanto que, entre lágrimas prometieron su lealtad y su disposición de luchar hasta la muerte por su Maestro de Secta. Hu Man les devolvía una franca sonrisa. Para él, puede que uno de ellos haya obtenido la Herencia. Pero si no, habían ganado una gran experiencia y algunos Tesoros que serían beneficiosos para su escuela.

Los expertos de la Casa de la Tormenta y del Pabellón Cielo Alto también eran claros en este punto. Secretamente despreciaban a Hu Man, quien tuvo ventaja, así que también les preguntaban a los suyos sobre sus experiencias y su bienestar. Tomó alrededor de medio día reunirlos a todos. Después de ello, regresaron a sus sectas a informar a sus maestros o ancianos. Esta situación le permitió a Su Yan y a Yang Kai ser más optimistas. Aunque Su Yan sería sospechosa, nadie podría cambiar este hecho.

En ese momento, Su Yan y Yang Kai estaban parados dentro del Bosque Viento Negro. Después de que atravesaron la barrera de luz fueron transferidos allí. Ella no estaba muy familiarizada con el lugar, pero él ya había corrido por la Montaña Viento Negro muchas veces, por lo que sabía claramente donde estaba. Así que la llevó por el camino correcto. "A unos veinticinco kilometros en esa dirección se encuentra la Aldea Ciruela Negra" Le informó. Mientras estaba sobre una colina apuntando.

"Pero no podemos volver juntos, o sospecharan de nosotros" Dijo vacilante Su Yan. Como ya era sospechosa debido a su fuerza, no quería exponer a Yang Kai.

El asintió. "Debes ir primero, muchas personas deben estar buscándote. Si te demoras más solo se crearan sospechas innecesarias. Recuerda que no importa quién te pregunte, no puedes reconocer que obtuviste la Herencia".

"Lo sé. Tú también debes tener cuidado y volver lo antes posible" Instó Su Yan mientras se giraba, pero Yang Kai la tomó por el brazo. "¿Qué pasa?" Fue interrumpida por su abrazo y por un beso que le cerró la boca. Ella gimió suavemente.

Luego, Yang Kai la soltó con una sonrisa. "Recuerda tu promesa, una vez al mes" Le recordó gentilmente.

Ella asintió gentilmente.

A regañadientes se despidieron aunque sabían que se verían en la secta. Se miraron el uno al otro durante mucho tiempo, hasta que finalmente Su Yan fortaleció su resolución y le dijo. "Me voy". Luego caminó rápidamente, dejando atrás una estela blanca y pura.

Yang Kai la miró hasta que se perdió de vista, luego sacudió su cabeza con una sonrisa y comenzó a caminar en dirección al Pabellón Cielo Alto. "[La Herencia de la Cueva del Cielo...]" Pensaba que su mayor ganancia no era la Herencia, sino Su Yan.

Después de varias horas de una caminata tranquila, Yang Kai regreso a su escuela. Todos los discípulos y expertos ya habían llegado, aunque aún habían algunos dispersos que regresarían un poco más tarde. Por lo tanto, su regreso no atrajo ninguna atención indebida. Mientras caminaba, notó algo extraño. Recibía muchos saludos de cortesía que antes nunca había recibido por sus compañeros aprendices. No se acercaban a él, pero todos le sonreían saludando con sus manos ahuecadas. Incluso el Diácono del Pabellón Cielo Alto lo saludó. Estaba aliviado de haber salido vivo de ese lugar, después de lo que pasó, naturalmente nadie lo ignoraría como antes. Los que lo saludaban ahora tal vez podrían convertirse en sus amigos más adelante, al menos eso es lo que él pensaba.

Finalmente llegó a su humilde cabaña. No alcanzó a instalarse cuando escuchó el sonido de pasos acercándose. Se preguntó quién podría ser, abrió la puerta y se encontró con un ansioso Su Mu.

Al verlo, Su Mu dejo la preocupación que tenía en su corazón, calurosamente le dijo. "Hermano Yang, me alegra de que también regresaras sano y salvo".

Yang Kai estaba feliz de verlo, lo invitó a pasar. "Hermano Su, ¡ven toma asiento!"

"¡No necesitas ser cortés, solo quería saber si estabas bien!" Le dijo mientras revelaba una sonrisa engreída. "Necesito regresar a cultivarme". Después de darle una larga sonrisa, se fue.

Yang Kai se sorprendió al recordar que dentro de ese lugar no había visto a Su Mu. ¿Dónde estaba en ese momento? La bestia tortuga hizo tanto alboroto que era imposible perderse ese suceso. La única razón era que encontró algo más importante que hacer. Verlo preocupado por él, le hizo sonreír. La Herencia era una sola, pero había otras más, tal vez el obtuvo alguna. Su destino podía ser bastante bueno.

Su Mu ya se había ido, pero no alcanzó ni siquiera a sentarse cuando escuchó el sonido de otros pasos, esta vez mucho más ligeros, como los pasos de una mujer. El corazón de Yang Kai dio un vuelco. Una sombra verde entró vacilante en su cabaña. "¿Hermanita mayor?" Al ver quién era él mantuvo su sonrisa. Hoy su cabaña estaba bastante animada. Xia Ning Chan también había venido a verlo, además tampoco la vio en ese lugar. Desde su viaje al valle no la había visto.

"¡Hermano!" Se sintió aliviada al ver que estaba bien. Preguntó. "¿Acabas de regresar?"

"Si, recién volví". Asintió. "Escuché que también entraste en la Herencia de la Cueva del Cielo pero no pude encontrarte".

Al escucharlo ella se puso roja. Era tan encantadora como siempre.

"Además me di cuenta de lo poderoso que es el Tesorero Meng". Recordó.

Ella respondió. "Si, el maestro es fuerte. Ah claro, dentro encontré un poco de Piedras de Llama Yang. Hice algunas píldoras medicinales para ti". Xia Ning Chan extendió su mano y le paso una botella. "Necesitaras esto para tu cultivo, ¿no?"

Yang Kai la recibió y con una sonrisa le dijo. "¡Gracias!"

Ella sacudió su cabeza. "¡No necesitas ser tan educado!"

"¿No quieres sentarte a conversar conmigo?"

"No, solo quería saber como estabas" Agitó apresuradamente su mano. Era una chica bastante tímida, no se atrevía a estar a solas con él en su cabaña. "Me voy, deberías descansar".

"Si, tú también debes descansar. Estoy bastante cansado en este momento". No la detuvo.

Ella sonrío, estaba satisfecha con su respuesta. Antes de irse, se dio la vuelta como si quisiera preguntar algo, pero después de dudarlo no pudo reunir el coraje y finalmente se fue. Recordó lo que había pasado en el valle. Los sentimientos que compartieron eran bastante profundos. Xia Ning Chan a menudo soñaba con ese beso que compartieron en la oscuridad. Esa escena hacia que su corazón saltara de alegría. Estuvo inquieta durante mucho tiempo, mientras giraba sobre su cama, le era difícil tranquilizarse. Ese beso le había dejado marcado su corazón, y la forma en que Yang Kai estaba bañado en sangre protegiéndola era una imagen irreemplazable. Tenía una sensación indescriptible, le era muy difícil para ella mirarlo a la cara, no podía compartirle sus sentimientos.

Cuando ella desapareció, Yang Kai miró la botella en su mano, sentía mucha gratitud por la preocupación que le habían mostrado sus amigos. La noche pasó en silencio. Durmió tranquilo y en calma.

Al día siguiente, fue al Mercado Viento negro a comprar hierbas para su quemador de incienso. La última vez quería comprarlas pero como apareció la Herencia de la Cueva del Cielo no pudo hacerlo. A raíz de este incidente, el lugar estaba muy animado. Los diversos discípulos de las tres sectas contaban sus experiencias. Los que no pudieron entrar escuchaban con gran interés. Su Yan no estaba en ese lugar, estaba recluida en el Pabellón Cielo Alto. No era seguro para ella abandonar la escuela, todos estaban pendientes de ella. Querían saber si obtuvo la Herencia genuina. Yang Kai compró las hierbas y otras cosas que necesitaba y se fue.

Al regresar, llegó por la Corriente del Dragón en Espiral. Antes meditaba en este lugar. Sus tres árboles todavía revoloteaban contra la brisa. Quizás después de unos años volverían a dar frutos, pero era demasiado tiempo como para considerarlo. Se frotó sus manos, antes quería intentar algo, pero era demasiado débil. Ahora que está en el Reino Transformación de Qi, finalmente puede hacerlo. Encontró una roca y ató una cuerda a su alrededor, luego con la ayuda de dicha cuerda, se movió por el acantilado. No sabía qué Tesoro raro estaba escondido allí abajo, pero dado que emitía una gran cantidad de energía Yang, era una oportunidad para mejorar su cultivo. Independiente de donde estuviese el Tesoro, entre más bajaba más densa era la energía.

Su apetito no era grande, no quería encontrar el tesoro. Después de todo, el Undécimo Anciano le había instado a que tuviera cuidado porque la Corriente del Dragón en Espiral oculta un gran peligro en su interior. Este Anciano está al menos en la cima del Reino Ascensión Inmortal. Si él considera que es peligroso, entonces es muy peligroso. Con su fuerza actual, sería simplemente un suicidio.