Capítulo N° 00181 - Maldita Perra

Parecía que después de medio mes navegando se habían perdido. Yu Xiu Ping estaba furioso. Él estaba a cargo de llevarlos a esa isla. Se podía decir que la vida de todos en el barco estaba en sus manos. Y aun había un largo camino por recorrer, pero no estaba seguro de que ruta seguir. Estaba impaciente como para seguir tratando a Miao Lin con la calma de antes. A menudo le gritaba cuestionando la información que conocía. Pero el joven no había ocultado nada, no se atrevía a hacerlo, le dijo todo lo que sabía.

Debido a que las Bestias Demoníacas marinas cada vez eran más poderosas, los dos ancianos de la Secta Nube Roja se involucraron en la batalla en varias oportunidades. Si no lo hubiesen hecho, estarían todos muertos ahora. Eso si, sufrieron grandes perdidas de discípulos, de los cincuenta habían muerto más de una docena. Y de las personas comunes quedaba la mitad, habían sido arrojados como cebo en tiempos de crisis. Los primeros candidatos eran los enfermos. Eran muy despiadados, los lanzaban solo para comprar un poco más de tiempo. Para la Secta, la vida de esas personas no valía nada. Así que la tripulación vivía asustada, pensando que ellos serían los siguientes.

Después de otros tres días más, la tripulación ya no soportaba el miedo. Mientras tanto, el barco parecía que navegaba en círculos, siempre fallaba en encontrar la posición de la Isla Oculta. El enojado Yu Xiu Ping le dio tantas palmadas en la boca a Miao Lin que estaba sangrando. Sin embargo no se atrevió a quejarse.

A la siguiente mañana, mientras el sol salía desde el este, Yang Kai descansaba, un fuerte grito lo despertó. "¡La Isla Oculta, la Isla Oculta!" Era un grito de alegría y emoción. En ese ambiente de miedo y desesperación, todos se alegraron al escucharlo.

Al escuchar las campanadas, los discípulos y las personas comunes corrieron a la cubierta para mirar. Yang Kai también estaba entre ellos. La alegría se veía en el rostro de todos. Bajo el sol naciente, un paisaje fantástico e ilusorio se veía frente a sus ojos. Era un lugar paradisíaco con montañas, ríos y valles. Grupos de pájaros surcaban el cielo. El sonido del viento llegó a sus oídos. Todo lo que veían era encantador, parecía un lugar virgen, intacto e indómito. Como si nadie hubiese puesto un pie en ese lugar al menos durante mil años. Raras flores se asomaban y la fuerte brisa traía sus exuberantes aromas. Incluso, animales que nunca habían visto aparecieron en un instante. ¡Era la Isla Oculta! Yang Kai había tenido la suerte de ver esta escena antes en el muslo de la señora. Cuando vio la isla, la reconoció de inmediato. Pero era un espejismo, aunque estaba a su alcance no podían llegar a ella.

Yu Xiu Ping estaba bastante agitado. Con sus manos sosteniendo el caparazón de tortuga miró cuidadosamente y se echó a reír. "¡Lo entiendo! Hay una barrea ilusoria, no es de extrañar que fuese difícil encontrarla. ¡Eso era todo!"

Los dos ancianos también estaban emocionados, el viejo Ding Jia Zi preguntó gravemente. "Xiu Ping, ¿qué debemos hacer ahora?"

La anciana Hou Xiang Lang también lo miraba esperando su respuesta.

Emocionado dijo. "Maestros, creo que encontramos la forma de llegar a la isla".

"¿Cómo?" Los ojos de la anciana brillaron.

"¡Con esto!" Les entregó el caparazón de tortuga en sus manos y les dijo. "Maestros, por favor, su Yuan Qi nos llevará a la isla. ¡Solo con su ayuda podremos conseguirlo!"

Los ancianos le dieron una mirada al caparazón que tenían en su manos y comenzaron a insertar ferozmente su energía sin dudarlo. Sin embargo, se sorprendieron al darse cuenta que era igual que un pozo sin fondo, devoraba el Yuan Qi locamente. En poco tiempo se pusieron pálidos. "¡Esto no es bueno!" dijo Ding Jia Zi, luego miró a los discípulos de alrededor y les dijo. "¿Qué están esperando? ¡Dense prisa y ayuden!"

Al recibir esta orden, los discípulos de la Secta comenzaron a enviar su propio Yuan Qi hacia el caparazón de tortuga. Gracias a esta ayuda, la condición de los ancianos se estabilizó. En poco tiempo desde el caparazón salió un rayo de todos los colores, igual que un arcoíris en dirección al cielo, fluía sin parar como si tuviese vida propia. Los discípulos comenzaron a verse obligados a retroceder luego de que estuviesen exhaustos. Toda su energía había sido drenada. Luego, el rayo de luz comenzó a descender y entró en el caparazón, finalmente estalló. Todos tuvieron que alejarse. En ese momento, una serpiente de luz pareció formarse del estallido. Reptó en el aire y salió volando.

"¡Maestros!" Exclamó Yu Xiu Ping al ver el pálido rostro de los ancianos. Ellos hicieron un gesto con la mano haciéndole entender que estaban ilesos. Todos miraban como la serpiente de luz volaba cientos de metros hasta chocar contra el espejismo. Al hacerlo, lentamente se desintegró. Con la desaparición de la ilusión, la barrera intangible había desaparecido. "¡La Isla Oculta!" Su voz tembló de emoción.

A bordo del barco, los discípulos de la Secta que miraban silenciosamente lo que estaba pasando, de repente explotaron de alegría. Comenzaron a gritar para desahogar la emoción que tenían en sus corazones. El propósito del viaje era encontrar la isla, pero no estaban seguros de si lo conseguirían. Habían experimentado muchos peligros en el camino, pero ahora todo valía la pena. ¡La muy rumoreada Isla Oculta estaba ahora frente a sus ojos! Pero no solo ellos estaban emocionados, la gente común también. ¿Quién habría pensado de que tuvieran la oportunidad de ver algo así durante sus vidas?

"¡Adelante! ¡Vamos a la Isla Oculta!" Ordenó Yu Xiu Ping.

Sin embargo, antes de que sus corazones se calmaran de emoción, todos se pusieron inquietos. El mar que había estado calmado, de un momento a otro se volvió violento. Fuertes olas aparecieron mientras burbujas salían del agua. Era como si estuviese hirviendo. "¿Qué pasa?" Preguntó alguien en pánico.

La anciana Hou Xiang Lan exclamó de repente. "¡Cuidado!"

Pero el sonido de su voz apenas se escuchó cuando desde el lado izquierdo del barco una gran ola se precipitó. De ella surgieron tentáculos de más de doce metros de largo que golpeaban ferozmente la cubierta. Varias personas comunes que no pudieron escapar, fueron aplastados como arcilla. La madera comenzó a crujir mientras se hacia añicos y los pedazos salieron volando en todas direcciones. Los Ancianos y los discípulos comenzaron a atacarlos, pero sin importar el tipo de golpe, los tentáculos no sufrieron daño. Los Maestros no lo podían creer.

Al otro lado, otros tentáculos aparecieron sin piedad golpeando la popa. El poderoso golpe elevó el barco unos veinte metros. El violento choque hizo que todos perdieran el equilibrio. Solo los practicantes del Reino Fundación Pura y superiores pudieron escapar hacia el cielo. Mientras que el resto de artistas marciales y personas comunes solo podían esperar la muerte.

"¡Mantengan la calma! ¡Todos tranquilícense!" Yu Xiu Ping usó toda su fuerza para gritar, pero ¿cómo podría apaciguar a las personas ahora?

Entonces, el barco cayó pesadamente al agua otra vez. Luego, ocho tentáculos se extendieron al mismo tiempo mientras ejercían su enorme fuerza para hundirlo. "¡Es una isla llena de Bestias Demoníacas!" Al ver esta escena, Ding Jia Zi parecía horrorizado. Se dio cuenta que no tenía el poder para enfrentarlas. Luego le gritó a la anciana. "¡Debemos buscar juntos una forma de huir!"

Ella asintió con su cabeza y una mirada seria. Sin embargo, antes de hacer cualquier cosa, reveló una expresión atónita y gritó. "Hermano Ding, detrás de ti!"

El rostro del anciano parecía aturdido cuando sintió el viento de un golpe detrás de sí. Salio volando como un meteorito hacia el mar mientras vomitaba un gran bocado de sangre. Su espalda había sufrido una grave herida. Pero antes de que llegara al agua, otro tentáculo salió desde abajo y lo golpeó nuevamente enviándolo hacia el cielo. Ding Jia Zi emitió un violento grito. Sus huesos rotos rechinaban al fracturarse. Se esforzó por girar su Verdadero Qi, pero no podía escapar de los continuos golpes. Extendió su mano tristemente hacia la anciana. "Hermana Lan sálvame..."

Estos dos maestros fueron novios en su juventud. Se amaban tanto que decidieron casarse. Más tarde sin comprender lo que les había pasado, todo ese amor comenzó a desvanecerse y su relación se quebró. Perdieron la armonía original. Frente a la suplica de su esposo, se dio la vuelta y huyó hacia la isla. Sabía que no tenía ninguna oportunidad de luchar contra la bestia que atacaba a su amante. La vida de Ding Jia Zi estaba fuera de su control y el barco lleno de los discípulos de la Secta también estaba condenado. Ahora ella era lo más importante, huyó para preservar su propia vida.

El anciano y esposo esbozó una amarga sonrisa. "Incluso los pájaros que viven juntos huyen en diferentes direcciones frente a un desastre. ¡Maldita Perra!"