Después de que abandonaron las Tierras del Mal de la Nube Gris Ceniza, las hermanas Hu quisieron venir lo más rápido posible a este lugar, ya que aquí estaban estacionados sus compañeros discípulos y Ancianos de la Secta de Sangre. Antes, ellas lucharon aquí, pero se vieron obligadas a huir. En el camino, Yang Kai obtuvo mucha información de ambas. La Montaña Tai Fang no era una ubicación estratégica clave en esta guerra, por lo que no habían tantos maestros reunidos aquí. Además de los miembros de la Secta de Sangre y de la Casa de la Tormenta, así como numerosos élites de varias fuerzas de segunda clase, todos estaban al mando de la Familia Xiang.
Debido a que los cultivadores reunidos aquí pertenecían principalmente a fuerzas de segunda o tercera clase de la Gran Dinastía Han, la Familia Xiang siendo de primera clase, tenía la autoridad absoluta. Incluso si no estaban de acuerdo con eso, no tenían más remedio que obedecer sus órdenes. Después de todo, su estatus es muy superior. El campamento de la Montaña Tai Fang era un sitio fácil de defender, con una gran cantidad de alojamientos simples construidos los últimos meses. Allí los artistas marciales que luchaban contra las fuerzas de las Tierras del Mal de la Nube Gris Ceniza podían descansar. Ese día, el polvoriento trío, caminó hacia el campamento.
Cuando los tres se acercaron al puesto de control del campamento, fueron detenidos por varios discípulos vestidos con uniforme. Les pidieron que se identificaran. Estos guardias notaron desde un principio que Yang Kai y las hermanas Hu no eran muy fuertes, así que no tomaron demasiadas precauciones, solo los detuvieron para hacerles algunas preguntas de rutina. Todos estos hombres vieron las encantadoras figuras de estas hermanas, pero al ver sus rostros sucios, marcados y demacrados, perdieron su apetito de inmediato. Un leve disgusto brilló en sus ojos. Todo este tiempo Yang Kai permaneció indiferente. En cambio, Hu Jiao Er y Hu Mei Er se limpiaron rápidamente los disfraces para revelar sus apariencias originales. Después de limpiarse un poco y a pesar de que el cansancio era evidente en sus rostros, su belleza excepcional fue revelada.
Uno de los guardias exclamó. "¿No son ustedes las dos señoritas de la Familia Hu?
"Si" Hu Jiao Er lo afirmó casualmente.
"¡Bien!" Exclamó de alegría. "Es bueno que pudiesen regresar a salvo, por favor entren". Abrió rápidamente el camino y expresó su humildad. "Por favor, perdónenos, solo estamos cumpliendo con nuestras obligaciones, les pedimos a las señoritas que no nos presten atención".
Hu Jiao Er frunció el ceño, comenzó a guiar a su hermana y a Yang Kai.
Cuando estaban a punto de pasar, miró con escepticismo a Yang Kai. "Señoritas, discúlpenme por preguntar, pero él es..."
"Mi amigo"
"Oh, como él su amigo, está bien" Mostró una sonrisa y no se atrevió a preguntar nada más. Cuando los tres jóvenes desaparecieron, le indicó a uno de sus subordinados. "Ve a informarle rápidamente al Joven Señor que las hermanas Hu han regresado a salvo, ¡ve ahora!"
"¡Si señor!" Uno de los hombres asintió y salió corriendo.
Yang Kai las siguió mientras caminaban por el campamento, pronto llegaron a las viviendas interiores. "¡Por ahí!" Hu Mei Er gritó sorprendida y señaló hacia un lugar. Allí habían un grupo de personas reunidas, parecía que estaban discutiendo.
"¡Tío Le!" Hu Jiao Er sonrió alegremente y se apresuró hacia el grupo.
Cuando estas personas las escucharon, levantaron sus cabezas y miraron. Al momento siguiente, un viejo corpulento que parecía tener unos sesenta años, tembló y se puso de pie, sus ojos se llenaron de alegría. Guan Chi Le es un maestro de la Cuarta Etapa del Reino Ascensión Inmortal y uno de los más fuertes de la Secta de Sangre. Él participó en aquella batalla contra Meng Wu Ya. Sin embargo, a diferencia de Long Zai Tian, este anciano es extremadamente leal a la Secta de Sangre y a la Familia Hu, es por esto, que la relación con ambas hermanas es bastante buena. "Señoritas, ¿realmente son ustedes?" Preguntó vacilante.
"¡Somos nosotras tío Le!" Hu Jiao Er asintió con una cálida sonrisa.
"¡Realmente regresaron a salvo!" Gritó y se echó a llorar. El resto de las personas a su alrededor también miraban felices hacia las hermanas. Desde que habían desaparecido, ya habían pasado tres meses. La última vez que fueron vistas, eran perseguidas por maestros del Camino Demoníaco por la Montaña Tai Fang, nadie había esperado que fuesen capaces de escapar. Sin embargo, ahora, de repente habían regresado vivas y se veían muy saludables.
Este grupo era relativamente pequeño, solo una docena de personas más o menos, cuando Yang Kai los barrió con la mirada, los reconoció a todos. Eran discípulos de la Secta de Sangre o de la Casa de la Tormenta. ¡Además notó a su antiguo conocido, Fang Ziji entre ellos! Parece que incluso ese tipo fue arrastrado hasta aquí para luchar también. Todos fueron obligados a venir a participar de esta guerra, por lo que no era sorprendente que se reunieran cuando estaban descansando.
"¡Bien, bien! ¡Es realmente bueno que hayan regresado! ¡Realmente bueno! Por fin el Maestro de la Secta puede estar tranquilo!" Guan Chi Le rápidamente recuperó su compostura y proclamó repetidamente mientras asentía felizmente. Luego su mirada se posó en Yang Kai y frunció el ceño sospechosamente. "¿De dónde te conozco?"
Las hermanas Hu no sabían por donde comenzar a explicar. Si solo este grupo conociera la identidad de Yang Kai, no sería un problema, pero si los cultivadores de otras fuerzas estacionadas aquí descubriesen que proviene del Pabellón Cielo Alto, las cosas no terminarían bien.
Fang Ziji le lanzó una mirada significativa y se apresuró a toser ligeramente. Con una extraña sonrisa en su rostro estrechó sus puños. "Saludos, mi nombre es Fang Ziji de la Casa de la Tormenta, alguna vez tuve un amigo que se parecía a ti. ¿Puedo saber tu nombre?"
"Mi nombre es Yang Kai" Aunque se reía por dentro se mantuvo sereno.
"Así que eres el hermano Yang. Bien, bien, mi nuevo amigo, no solo te pareces mucho a mi fallecido amigo, sino que también comparten el mismo nombre. ¡Jajaja!, Qué coincidencia, ¿no?" Golpeó el hombre de uno de sus hermanos menores cercanos.
"Sí, sí..." Ese hermano menor asintió impotente, su hombro obviamente le dolió ya que Fang Ziji lo golpeó con fuerza. Toda la situación fue más que un poco forzada. Pero todos entendieron el significado de sus palabras, así que acordaron en silencio seguirle el juego.
Guan Chi Le era un hombre perspicaz y un viejo maestro, así que después de escuchar su nombre, se dio cuenta por qué había sentido a este joven tan familiar. "[¡Así que es él!]" Todo el grupo tenía una comprensión tácita de la situación, por lo que nadie intentó dificultar las cosas.
La escena fue agradable, pero Yang Kai estaba muy consciente de que la risa y las sonrisas de los maestros del Reino Ascensión Inmortal de la Secta de Sangre ocultaban un toque de preocupación y ansiedad. Mientras conversaban entre ellos, la expresión de Fang Ziji se enfrió y una luz furiosa cruzó por sus ojos, sus labios se torcieron ligeramente. "Xiang Chu se acerca". Mientras decía estas palabras, inconscientemente miró a las hermanas Hu.
Todos de repente se quedaron en silencio. Guan Chi Le hizo una mueca de disgusto. Al darse cuenta del obvio cambio en la atmósfera, Yang Kai miró y descubrió a un apuesto joven acompañado por dos maestros del Reino Ascensión Inmortal que avanzaban hacia ellos. Sus ropas estaban limpias y ordenadas y su rostro sonriente le daba un aura suave, la imagen perfecta de un maestro noble de espíritu libre. Por su apariencia no debería tener más de veinticinco años. El Joven Señor de la Familia Xiang, posee un alto estatus, su Familia es de primera clase y al menos esta a la par con Bai Yu Feng y Dong Qing Han.
Durante el viaje del mes pasado, Yang Kai había escuchado a las hermanas Hu mencionar a Xiang Chu varias veces, sin embargo, cuando lo hacían, ponían expresiones de asco y cambiaban el tema rápidamente. Ahora, que lo veía con sus propios ojos, entendía por qué no querían hablar de él. No solo las miradas de las hermanas Hu eran feas, sino que el resto de los miembros de la Secta de Sangre y de la Casa de la Tormenta no pudieron evitar fruncir el ceño al mirar a este joven. Solo Xiang Chu aún mantenía una leve sonrisa mientras caminaba hacia el grupo.
Al frente de ellos, reveló una luz alegre en sus ojos y dijo enfáticamente. "Jiao Er, Mei Er, lo que les pasó a ustedes dos debe haber sido aterrador. Gracias a Dios que regresaron sanas y salvas".
Los ojos de Guan Chi Le no pudieron evitar estrecharse mientras su aura fluctuaba, pero tan pronto como lo hizo, los dos maestros del Reino Ascensión Inmortal detrás de Xiang Chu inmediatamente le clavaron la mirada.
Hu Jiao Er dijo en un tono frío. "Joven Señor Xiang, ya le dije antes que no nos puede llamar por nuestros nombres, nosotros no somos familiares ni amigos. ¿No se lo dije antes?"
Xiang Chu mostró una expresión de sorpresa, como si hubiese recordado algo de repente, apretó los puños y respondió. "Señoritas, perdónenme. Reunirnos después de tanto tiempo hizo que me volviera demasiado emocional, es por eso que tuve un pequeño desliz con mi lengua".
"¡Espero que no haya una próxima vez!" Declaró implacablemente.
"Sí, sí, seguramente no habrá una próxima vez" Asintió y soltó un suspiro. Su expresión se volvió triste. "Debo disculparme con ustedes".
Hu Jiao Er frunció el ceño y lo miró sospechosamente.
Sonrió con ironía y continuó. "Durante esa batalla, mientras ustedes dos eran perseguidas, era mi responsabilidad rescatarlas, pero, por desgracia no era lo suficientemente fuerte para hacerlo y solo pude mirar impotente mientras fueron acechadas por esos malvados demonios. Durante los últimos tres meses, estuve muy preocupado, incapaz de dormir por la noche y maldiciendo el hecho de no tener un par de alas para buscarlas y protegerlas". De repente puso una sonrisa radiante. "¡Afortunadamente, las dos fueron bendecidas por los Cielos y lograron volver ilesas! Es un gran alivio para mi corazón saber que están a salvo". Cada palabra que salía de su boca, parecía completamente sincera, como si sus motivos fuesen tan puros como los suaves rayos de la luna.
Sin embargo, en respuestas, ambas hermanas permanecieron frías e indiferente.
Pero parecía que Xiang Chu no se sintió desanimado en lo más mínimo. Esta vez ahuecó los puños y dijo cortésmente. "Después de un viaje tan largo deben estar cansadas. Me iré para permitir que ambas puedan hacerlo, si hay algo que requieran, por favor pídanlo sin dudar. ¡Les garantizo que yo voy a satisfacer todas sus necesidades!" Lanzó una cálida sonrisa y se fue.
Desagrable
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