Capítulo N° 00860 - Un Día

Yang Kai y Wu Jie huían de Xue Li en los cielos de las Cordilleras Montañosas Nevadas, mientras que la distancia entre ellos se cerraba lentamente. A estas alturas, Wu Jie goteaba continuamente sudor frío, aunque la mujer está lejos, su aura le causa pánico. De repente, Yang Kai se detuvo y extendió su Sentido Divino, luego se giró en cierta dirección y gritó. "¡Allí!" Mientras gritaba, su figura parpadeó y se disparó mil metros hacia adelante. Wu Jie no se atrevió a demorarse, por lo que lo siguió apresuradamente. Un momento después, Yang Kai excavó una cueva que estaba completamente oculta por la nieve. Sonrió y se sumergió dentro.

Al ver que el Maestro Santo parece tan familiarizado con este lugar, Wu Jie reveló una mirada pensativa, pero no preguntó nada y en cambio, lo siguió en silencio. Dentro de la cueva, el aire está tan frío que sintió que su Alma se congelaría, por lo que tuvo que circular su Verdadero Qi para resistir. Mientras miraba a su alrededor, siguió de cerca a Yang Kai. Poco después, se detuvieron y sus ojos se hincharon ante lo que vio. "¿Es el Hombre del Ataúd?" Frente a ellos, en el fondo de la cueva, una figura alta cubierta de carne medio podrida yace contra la helada pared, quieto e inmóvil. Wu Jie nunca lo había visto, pero lo reconoció de inmediato por el gran ataúd rojo sangre en su espalda. Sin embargo, lo que más lo sorprendió, es que parece haberse fusionado con su entorno por lo que ni siquiera una pizca de su Energía de Muerte se filtra de su cuerpo.

"Es él a quién buscan Zhang Ao y Cao Guan" Yang Kai se rió.

"Ya lo veo... al parecer usted y él realmente están relacionados" Su expresión fluctuó, sintiendo débilmente que esta presenciando algo histórico, preguntándose en silencio todos los secretos que oculta, sintiendo una gran emoción en su corazón.

"Si, tenemos una conexión" Lo admitió sin dudarlo, ignorando las expresiones de Wu Jie antes de acercarse y llamar al Hombre del Ataúd. "¡Mayor! ¡Mayor!"

Sin embargo, no respondió. Wu Jie frunció el ceño pero se mantuvo en silencio. Aunque está muerto como dicen las leyendas, si Yang Kai lo está llamando es por qué tiene algún plan. Después de unos intentos más, finalmente mostró algunas reacciones. La Energía de Muerte en su cuerpo de repente se activó y la capa helada que cubre su carne crujió, como si fuese a romperse pronto. Frente a lo que está a punto de pasar, Wu Jie ni siquiera se atrevió a parpadear. Pronto, aparecieron grietas como telarañas en el hielo y la Energía de Muerte comenzó a derramarse, volviéndose cada vez más intensa. Finalmente, el hielo se rompió, transformándose en polvo y el Hombre del Ataúd quién debería estar muerto hace eones, abrió lentamente sus ojos.

Wu Jie se sorprendió por lo que retrocedió unos paso ya que el aura que emite es mucho más fuerte que la suya. Es decir, el Hombre del Ataúd es en realidad, ¡un maestro del Segundo Orden Santo! O al menos lo fue cuando estuvo vivo. Además, sus ojos terroríficos están completamente blancos, como los de los peces muertos, dándole una apariencia aún más aterradora.

"¡Mayor debo entrar!" Yang Kai lo miró y le habló, pero ni siquiera está seguro de que podrá entender sus palabras, pero dada las circunstancias, debe intentarlo.

Afortunadamente, pareció entenderlo de alguna manera, por lo que sus ojos blancos brillaron brevemente, transmitiendo claramente una sensación de alegría y emoción, antes de que su gigantesco cuerpo se pusiera de pie. Su densa Energía de Muerte y las pútridas toxinas que escapan de su cuerpo, rápidamente inundaron la caverna de hielo, haciendo que se derritiera y se distorsionara. Incluso alguien tan fuerte como Wu Jie se sintió mareado después de verse expuesto, por lo que contuvo la respiración. Entonces, un toque de luz roja surgió repentinamente del ataúd rojo sangre y al momento siguiente, su tapa comenzó a abrirse lentamente.

Yang Kai sonrió. "¡Muchas gracias Mayor!" Mientras hablaba, no dudó en agarrar al nervioso Wu Jie, antes de saltar al ataúd ya abierto.

Al mismo tiempo, Xue Li que todavía está volando exclamó. "¿Energía Demoníaca? ¿Esta es el aura del Gran Dios Demonio?" Al sentir esto, aumentó su velocidad sintiéndose ansiosa.

•••
En la Ciudadela del Dios Demonio, Li Rong, está en silencio en la cubierta más alta de su palacio mirando el caótico cielo, revelando una expresión nostálgica, como si esperara algo. Unos pasos ligeros resonaron detrás de ella, pero no se tuvo que girar para saber que era Han Fei. Unos momentos después, apareció vistiendo un vestido liso color claro y se paró a su lado, antes de mirar también al cielo. Dos mujeres hermosas y elegantes, una tan fría como el hielo y la otra tan pura como el jade. La brisa sopló suavemente a través de sus largos cabellos. Tal vez, esta es la escena más encantadora de todo este Pequeño Mundo Independiente. De hecho, muchos discípulos del Clan Demonio Antiguo que pasaban por abajo, sin darse cuenta vieron esta pintoresca escena y suspiraron en agradecimiento. Sin embargo, cuando recordaron los métodos tiránicos de estas dos mujeres, rápidamente apartaron la mirada y se escabulleron, sin echar un segundo vistazo.

De repente, Han Fei suspiro. "Mayor Li, ¿sabe cuanto tiempo a pasado?"

Li Rong sacudió la cabeza. "No estoy tan segura, supongo que unos seis años".

"Quizás incluso más". Sin sol, ni luna ni estrellas, es difícil determinar el tiempo.

"¿Cuánto faltará para que veamos el mundo exterior?" Suspiró débilmente.

"Eso dependerá del crecimiento de ese pequeño".

"Dependerá de lo rápido que madure. Cuando se fue, era un cultivador en la Octava Etapa del Reino Ascensión Inmortal y su nivel de Alquimia parecía estar en la cima del grado Espíritu. Así que creo que le tomará una década refinar una píldora de rango medio grado Santo".

"¿Tan optimista es sobre él? Con su aptitud Alquímica, de hecho no debería llevarle mucho tiempo alcanzar un nivel apropiado de habilidad para refinar la píldora que necesitamos, pero también necesita tener un cultivo correspondiente. ¿Podrá aumentar su cultivo en diez años?" Se cepilló el cabello detrás de su oreja mientras miraba inquisitivamente a Li Rong.

"Bien, si diez años no son suficientes, entonces esperaremos veinte. Si eso aún es insuficiente, esperaremos treinta. No me importa cuánto tiempo le tome, un día, definitivamente nuestro clan podrá irse de aquí" Sonrió levemente, revelando una mirada de anhelo. Después de todo, el Clan Demonio Antiguo ha estado sellado en este mundo durante tantas generaciones, que esperar unos años no parece ser tanto. Además, tanto Li Rong como Han Fei creen que el Gran Dios Demonio planeó todo esto, por lo que Yang Kai es el destinado a liberarlos.

"Esperar no es el problema, pero afuera, él no tiene a nadie de quién depender, nadie lo protegerá mientras crece. Si se enfrenta a algún accidente..." Expresó su preocupación.

El corazón de Li Rong se apretó ante estas palabras, sin atreverse a pensar demasiado en ellas. Este es el tema que más le preocupa. Con la aptitud de Yang Kai, siempre y cuando no tuviese accidentes, está casi garantizado que llegará hasta el punto en que pueda cumplir su promesa, pero en el mundo exterior, no está libre de peligros y los accidentes son parte de la vida. Con el Clan Demonio Antiguo sellado, no hay nada que puedan hacer. "Incluso si aún no crece hasta ese punto, podría haber venido a vernos, solo para hacernos saber que está a salvo, eso sería bueno" Se quejó. Si Yang Kai quisiera entrar, puede hacerlo fácilmente, solo debe pedírselo al Mayor Esclavo del Ataúd y luego para irse, solo debe pedírselo a Li Rong. No entiende porque no lo ha hecho.

Han Fei se mostró incómoda. "Hua Mo dijo que no volverá..."

"¿Qué piensas tú?" La miró a los ojos.

"¡Yo creo que volverá!" Respondió sin dudarlo. "Cuando se fue, nos dejó en silencio muchas Piedras de Cristal. Además, no es una persona con un corazón frío, si nunca hubiese planeado regresar, no nos habría dejado tantas riquezas. Estoy segura que pensó que nos ayudará a fortalecernos para que cuando regrese, podamos brindarle un apoyo aún mayor".

"Creo lo mismo, Hua Mo no interactuó mucho con él, por eso tiene sospechas".

Han Fei asintió antes de hablar con entusiasmo. "Gracias a esas Piedras de Cristal, los miembros de nuestro clan realmente han crecido en los últimos años. Dos de ellos incluso se abrieron paso al Reino Santo. ¡El mismo Hua Mo y yo obtuvimos pequeños avances!"

"Si, debemos agradecerle por esto" Se sintió feliz. Antes de que Yang Kai se fuera, secretamente les dejó una gran cantidad de Piedras de Cristal y píldoras terminadas, recursos que ellos necesitaban con urgencia. Después de estar sellados por incontables años, sus reservas de Piedras de Cristal se agotaron y tampoco puede refinar píldoras, por lo que solo comen las hierbas crudas. "Los dos recientemente ascendidos, ¿consolidaron sus cultivos?" Preguntó preocupada.

"Si, además, Hua Mo los está guiando para que sea más fácil para ellos".

"Eso es bueno..."

"Deberíamos entrar, el viento está bastante frío hoy"

"Si" Li Rong miró hacia el cielo por última vez, pero justo en ese momento, un estallido resonó en el aire y las dos hermosas mujeres se congelaron al instante, mirando fijamente a la fuente del sonido, con sus ojos brillando de asombro. En lo alto del cielo, apareció una luz roja brillante, seguida de lo que parecía ser un gran rayo de luz, el cual cayó a una docena de kilómetros de la Ciudadela del Dios Demonio. Débilmente, ambas vieron una figura demasiado familiar en ese rayo.