Yang Kai extendió su Sentido Divino mientras exploraba la situación en Tierra Santa. Desde anoche, muchos de los maestros de la Raza Monstruo y muchas Bestias Demoníacas estuvieron fluyendo y ahora solo quedan unas pocas auras vivientes, quiénes deberían ser los Alquimistas y Refinadores de Artefactos que dejó. Hace unos años, hizo un acuerdo con el Gran Mayor, en el cual se determinó que estas personas se quedarían para ayudarlos. Hoy, al irse, no intentó llevárselos. Por lo que Yang Kai asintió para sí mismo, descubriendo una vez más el carácter recto del Gran Mayor.
Entonces, un rayó de luz brilló y pronto apareció Cai Die con sus alas revoloteando. Luego de barrer a la multitud con su mirada, rápidamente sus ojos aterrizaron en Yang Kai, antes de hablar con frialdad. "Todo mi Clan se ha ido, así que ahora puedes regresar a casa. El Gran Mayor quiso que te transmitiera su mensaje, agradeciéndote por brindarle a mi familia esta oportunidad tan buena para desarrollarse estos últimos años y extendiéndote una invitación abierta para que visites la Selva del Mar de Bestias cuando quieras".
"Muchas gracias por todo Señorita Cai Die, por favor, salude al Gran Mayor de mi parte y dígale que definitivamente lo visitaré cuando tenga tiempo" Yang Kai sonrió y asintió.
"Ya dije lo que tenía que decir, ¡adiós!" Resopló, se dio la vuelta y se fue volando.
"Esa niña... es bastante mal educada" Murmuró Yin Ya algo insatisfecho.
"Sin embargo, su fuerza es buena, más alta que la nuestra por un Orden. ¡Sin mencionar que es bastante bonita" Xue Ji sonrió con malicia mientras miraba por donde se fue.
"Tengan cuidado con su forma de hablar. ¡Recuerden que los comentarios indiscriminados solo traerán problemas!" Li Rong los reprendió. "Nuestro Clan acaba de reaparecer en este mundo, así que traten de no causarle dolores de cabeza al Maestro" Ambos asintieron de inmediato.
"¡Es hora de irnos!" Agitó su mano y lideró el camino.
Tierra Santa es exuberante y verde, llena de un hermoso y refrescante aire primaveral. Además, como la Matriz Espiritual de las Nueve Cimas sigue funcionando, la Energía del Mundo en el interior es bastante densa. Es por eso, que apenas entraron, los miembros del Clan Demonio Antiguo miraron a sus alrededores con entusiasmo. Las condiciones y el entorno de aquí son infinitamente mejores que las de su Pequeño Mundo Independiente. Sin duda, vivir aquí, será increíblemente bueno tanto para sus cuerpos como para sus mentes. Muchos sintieron que estaban soñando.
En la base de la montaña central, frente al salón principal que el Gran Mayor estuvo ocupando, había cientos de personas esperando en silencio. Ellos son los Alquimistas y Refinadores de Artefactos de Tierra Santa. Estos hombres y mujeres tienen diferentes edades y el más fuerte entre ellos solo es un maestros del Segundo Orden de Trascendencia. Cuando vieron a Yang Kai conduciendo a esas mil personas, todos se inclinaron "¡Saludos Maestro Santo! ¡Finalmente regresó!"
"Todos trabajaron muy duro" Asintió. "Pedirles que ayudaran a la Raza Monstruo durante casi tres años fue realmente una elección inevitable, espero puedan perdonarme".
"¡No se preocupe!" El anciano que tiene el cultivo más alto entre ellos dio un paso adelante y sacudió la cabeza. "La Raza Monstruo no nos maltrató, de hecho, siempre fueron bastante amables con nosotros. Así que Maestro Santo, no necesita preocuparse por este asunto".
Asintió suavemente antes de gritar alegremente. "¡Ya que he regresado hoy, Tierra Santa recuperará su antigua gloria! ¡Desde este día en adelante, cualquiera que se atreva a intentar invadirnos nuevamente, será brutalmente destruido!"
Todo el mundo vitoreó con entusiasmo ante sus palabras. Por otro lado, el anciano líder dirigió su atención a los miembros del Clan Demonio Antiguo y frunció el ceño. Aunque no entiende porque Yang Kai trajo a estas personas de la Raza Demonio, sabe que no debe hacer ninguna pregunta, por lo que dejó este asunto de lado. "Maestro Santo, ¿dónde están el Gran Anciano y los demás? ¿Por qué parece que ellos todavía no regresan?"
"Ya están en Tierra Santa" Rió entre dientes. "Espérenme aquí, iré a buscarlos". Se giró hacia atrás y miró a Li Rong. "Ustedes también espérenme aquí".
"Si" Asintió levemente.
La figura de Yang Kai parpadeó y unos pocos segundos después, llegó frente a la Tumba Sagrada. Levantó el Anillo Espiritual en su dedo hacia la losa de piedra gigante, llenándola con su Verdadero Qi y al siguiente instante, el Corredor del Vacío oculto se abrió y entró en él.
Dentro de la Tumba Sagrada, los miles de discípulos estaban sentados en silencio. Después de estos años dentro de este espacio oscuro y desolado, todos se acostumbraron un poco. Aunque ocasionalmente se frustraron e impacientaban, los Ancianos y la Dama Santa rápidamente los consolaron, resolviendo la situación. Les decían continuamente que el Maestro Santo regresaría para sacarlos de este lugar, por lo que su tarea más importante es mejorar su fuerza para que no tuviesen que experimentar nuevamente la vergüenza de abandonar su hogar.
Xu Hui y los demás consideraron el fracaso de hace tres años como la mayor desgracia de sus vidas. Por lo que durante todo este tiempo, no escatimaron esfuerzos en sus cultivos. Después de todo, la Energía del Mundo de este lugar es muy densa y aparentemente inagotable. Ningún cultivador que desee ser más fuerte estaría dispuesto a perderse una oportunidad tan grande. Por lo que casi todo el mundo logró un crecimiento significativo. Miles de personas meditando en silencio mientras absorben la Energía del Mundo en sus cuerpo, creó una escena espectacular. El silencio es sepulcral, por lo que nadie se puso de pie o se movía por miedo a molestar a los demás.
En una esquina, An Ling Er quién estaba con los ojos cerrados cultivando, de repente notó un aura inusual que apareció repentinamente dentro de la Tumba Sagrada. Frunció el ceño con sospecha antes de abrir sus ojos mientras se levantaba para mirar de un lado al otro, pero pronto, reveló una expresión de agradable sorpresa. Ella conoce esta aura mejor que nadie, ya que fue quien le inculcó por primera vez las Habilidades Divinas de los Nueve Cielos a Yang Kai. Por lo que en ese instante, se dio cuenta que él había llegado.
"Ling'er, ¿qué pasa?" Yu Ying abrió los ojos y le preguntó en voz baja.
"¡Regresó!" Miraba a su alrededor mientras gritaba.
"¡¿Qué?!" Se tapó la boca en estado de shock. "Quieres decir..."
"¡Sí! ¡Sí!" Asintió vigorosamente.
El diálogo entre ambas alarmó a los otros Ancianos, los cuales abrieron apresuradamente sus ojos y comenzaron a buscar en los alrededores. Un momento después, todos miraron hacia un lugar determinado. Allí, vieron una figura que se acercaba y aunque con las luces tenues no podían ver su apariencia exacta, luego de sentir esa aura tan familiar, todos se emocionaron. "¿Maestro Santo?" Xu Hui tembló cuando esas palabras salieron de sus labios.
"¿Es realmente el Maestro Santo?" Cheng Yue Tong miró sin parpadear. Después de una breve pausa, el joven que habían estado anhelando apareció frente a ellos y sonrió.
"¡Realmente es el Maestro Santo!" Xu Hui gritó emocionado.
"¡Sus subordinados lo saludan Maestro Santo!" Todos los Ancianos se inclinaron.
"No sean tan educados" Se rió.
"¡Finalmente llegaste!" An Ling Er lo miró débilmente. "Te estuvimos esperando algunos años..." Mientras hablaba, sus ojos se volvieron llorosos. Durante estos aparentemente interminables días de espera, muchos pensaron que estarían atrapados en este lugar para siempre. Si no fuese porque Xu Hui y los Ancianos los apaciguaron, la situación se habría deteriorado hace mucho.
"Si, los hice esperar bastante, ¡lo siento mucho!" Se disculpó sinceramente.
"Maestro Santo, no se preocupe por eso..." Xu Hui derramó algunas lágrimas que cayeron por su rostro arrugado, sin saber qué decir. Por otro lado, los discípulos que estaban meditando fueron despertados por estos movimientos y pronto se dieron cuenta de la llegada de Yang Kai, por lo que estallaron vítores por toda la Tumba Sagrada. Después de dejarlos disfrutar por un momento, el Gran Anciano los calmó rápidamente. Sin embargo, ahora en silencio, todos se preguntan si el Maestro Santo estaba aquí para sacarlos o no. Los Ancianos tienen expectativas similares.
Yu Ying se atrevió a preguntar con rastros de vacilación. "Maestro Santo, si vino, ¿significa que afuera todo está solucionado? ¿O tal vez..."
"Si, todo está arreglado. La Raza Monstruo se fue, por lo que pueden regresar a casa". Al escucharlo, todos se llenaron de alegría y ahora están extremadamente ansiosos por dejar este lugar. "Abriré la salida, mientras que los Ancianos ordenan a los discípulos" Sonrió.
"Bien" Xu Hui asintió rápidamente y comenzó a organizar a los demás.
Mientras se preparaban rápidamente para irse, Yang Kai abrió la salida y salió junto a An Ling Er. Desde el interior de la Tumba Sagrada, un discípulo tras otro salió de manera ordenada. Al volver a ver el cielo después de varios años, la mayoría no pudo contener su alegría, por lo que comenzaron a gritar y a vitorear. Por otro lado, Yang Kai observó en silencio mientras reflexionaba cómo debería explicarle a Xu Hui sobre el Clan Demonio Antiguo. Aunque está nominalmente a cargo de la Tierra Santa de los Nueve Cielos, no está seguro si los Ancianos se le opondrán. "[Si realmente se opusieran firmemente... ¿cómo tendré que lidiar con eso?]" Suspiró impotente.
"Al parecer tu fuerza mejoró de nuevo" De repente habló An Ling Er. "¿Cual es tu nivel de cultivo ahora?" Lo miró sospechosamente con los ojos entrecerrados.
"Alcancé el Tercer Orden de Trascendencia" Respondió casualmente.
An Ling Er se cubrió la boca y sus hermosos ojos brillaron con asombro mientras lo miraba. Cuando lo conoció, era un cultivador del Primer Orden de Trascendencia, el cual estaba a la deriva sobre el Mar Infinito, pero en solo unos pocos años, alcanzó el Tercer Orden, abarcando dos Ordenes completas en poco tiempo y ahora está a solo un paso del Reino Santo. En ese momento, cayó repentinamente en la audaz afirmación que Yang Kai dijo antes. Él dijo hace mucho tiempo, que incluso si no se unía a Tierra Santa, en solo treinta años, alcanzaría el cultivo del Maestro Santo. En ese momento, ella no le creyó ya que sintió que su arrogancia era simplemente más alta que los Cielos, pero ahora, está obligada a creerle. Debido a su aterrador ritmo de cultivo, podría lograr lo que dijo. Incluso, en menos de treinta años...
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