Capítulo N° 00931 - ¡Pequeño Señor!

La Capital Central, donde el norte y el sur no pueden verse al mismo tiempo, ¡la primera ciudad bajo los Cielos! Mirándola desde lejos, parece una gigantesca bestia antigua durmiendo silenciosamente en el suelo emitiendo un aura de intimidación que hace temblar a todos con asombro. De repente, un rayo de luz azul se detuvo a unos veinticinco kilómetros de ella y aparecieron Yang Kai, Han Fei y Li Rong. Está ultima exclamó sorprendida. "¿Cómo puede haber una ciudad tan enorme aquí?" Incluso en el Reino Tong Xuan una ciudad de este tamaño es rara, por lo que ni siquiera podía imaginar cuántos años tardaron los nativos de este mundo en construirla.

"Al parecer hay rastros de destrucción" Han Fei frunció el ceño.

"Si, hace diez años una Veta de Tierra debajo de la ciudad explotó, destruyéndola por completo. Cuando dejé este lugar, todos estaban concentrados en reconstruirla y aunque ha pasado más de una década, al parecer todavía no han terminado" Asintió suavemente. En este momento, toda la Capital Central está tranquila y aunque aún están a la distancia, podía distinguir a algunas personas moviéndose, pero mucho menos de lo normal. Al siguiente instante, un estallido de luz apareció repentinamente sobre cierto lugar en la ciudad, el que fue captado rápidamente por sus ojos.

"Maestro, parece que alguien está peleando allí" Declaró Li Rong.

"¡Vamos a ver!" Activó nuevamente su Lanzadera Surca Cielo y voló.

•••

En la Puerta Sur, un grupo de cultivadores del Reino Trascendental tiene una expresión sombría mientras huyen rápidamente. Este lugar pertenece al territorio de la Familia Yang, por lo que cualquier miembro que regrese a casa, lo hace por esta puerta. Hace muchos años, cuando Yang Kai regresó a la Capital Central para participar de la Guerra de Herencia, él también atravesó la Puerta Sur. Quiénes están huyendo en este momento, son maestros del Salón Guerreros de Sangre. Hacían todo lo posible por escapar, pero detrás de ellos, dos enemigos invencibles los persiguen.

"¡Huyan malditas ratas!" Un hombre de mediana edad con un solo ojo, perseguía a los Guerreros de Sangre a un ritmo pausado gritando burlonamente, sin mostrar intenciones de atacarlos de inmediato. Simplemente los mira lleno de desprecio, como si fuese un gato jugando con una jauría de ratones. "¡Basuras, ¿cómo se atreven a actuar tan presuntuosos frente a mi? ¡Corran! ¡Corran y sigan corriendo! ¡No dejen que los atrape o tendrán un destino peor que la muerte!"

Todos quiénes están huyendo están enfurecidos y sus ojos están rojos, pero saben cuán tiránicos son estos enemigos, por lo que no se atrevieron a detenerse y luchar, solo utilizaban sus Habilidades de Movimiento mientras escapan en un intento desesperado. Las Habilidades Marciales que utilizaron contra este tuerto, fueron completamente ineficaces, cada vez que lo atacaron, parecía que sus ataques se hundían en un mar sin fin, desapareciendo sin dejar rastros. Esta realidad hizo que este grupo de cultivadores escaparan llenos de desesperación y angustia.

"Chou Xu, deja de tontear. El Maestro de Secta está esperando que regresemos, solo capturarlos rápidamente" Desde una dirección diferente, una hermosa mujer con una figura deliciosa llamó al hombre de mediana edad con ligereza y encanto.

Chou Xu le lanzó una mirada mirada molesta y resopló. "No es necesario que me lo recuerdes" Luego, maldijo en voz baja para sí mismo. "Maldita zorra, ¿piensas que después de obtener el favor de Wu Zheng puedes darme órdenes como a un sirviente? Qué mierda más molesta..." Mientras murmuraba, su expresión se volvió más cruel, gritando un momento después. "¡Corran! ¡Corran! ¡Al primero que atrape le haré degustar la tortura más brutal del mundo! ¡Al ver que tenían algo de fuerza pensé que podían ser útiles, por eso quise perdonarles la vida! Pero se atrevieron a ignorar mi misericordia y escaparon! ¡Realmente no conocen la inmensidad de los Cielos!"

La conversación entre el hombre y la mujer llegó claramente al oído de los cultivadores del Reino Trascendental que están huyendo, haciendo que sus expresiones se volvieron aún más feas. Entre la multitud, un hombre corpulento gritó. "Hermanos y hermanas, debemos separarnos y permitir que el destino decida quién vive y quién muere. Si alguno de nosotros logra escapar, debe sobrevivir hasta encontrar al Pequeño Señor para contarle todo este asunto"

Todos asintieron "¡Buena suerte!" Al momento siguiente, volaron en direcciones diferentes.

El hombre y la mujer que los persiguen vieron esta escena pero no mostraron la más mínima preocupación. Chou Xu sonrió con malicia. "Al parecer no son tan idiotas como lo había pensado. Creí que al menos uno de ellos se detendría a luchar contra mi"

"Es suficiente, si los dejamos ir más lejos se volverá complicado. ¡Detenlos, yo les bloquearé la retirada!" La mujer gritó y un torrente asombroso brotó de su cuerpo, creando una barrera invisible que bloqueó el escape de los cultivadores, dejándolos solo con la única opción de enfrentarlos de frente. Al ver que ella comenzó a actuar, Chou Xu mostró una técnica similar, lo que bloqueó el camino por delante de los cultivadores, rodeándolos desde todos los ángulos.

El grupo de cultivadores del Reino Trascendental chocó contra esta barrera que emergió de la nada y todos fueron forzados a retroceder, por lo que sus expresiones se volvieron sombrías. Dos auras aterradoras los envuelven, obligándolos a volver a reunirse, espalda contra espalda mientras miran al hombre y a la mujer que están en el aire sobre ellos. Sin puerta al Cielo ni camino al Infierno, frente a esta fuerza absoluta, bailan en las palmas del enemigo.

"Xiu Li, si los mato, ¿a alguien le importará?" Chou Xu preguntó de repente.

La llamada Xiu Li frunció el ceño y habló en un tono insatisfecho. "Sus fuerzas no son altas, ¿cuál es el punto de matarlos? La razón por la que el Maestro de Secta los dejó vivir es para que se sometan y trabajen para nosotros. Si ellos se rinden, será más fácil tratar con los demás. La Energía del Mundo no es densa en este lugar y los recursos que hay no vale la pena explotarlos, pero hay bastantes personas que podemos llevar con nosotros para usar como esclavos".

"Por supuesto que entiendo las intenciones del Maestro de Secta, pero... si no los mato en este instante, no podré calmar mi ira" Sacudió la cabeza lentamente.

Al ver su apariencia, sintió una profunda sensación de odio en su corazón, pero sin desear seguir discutiendo con él, asintió a regañadientes. "Bien, pero solo puedes matar a uno de ellos. Si te atreves a matar a alguno más, se lo informaré al Maestro de Secta".

"Sé que has construido una buena relación con el Maestro de Secta, pero si sigues utilizando su nombre para reprimirme, no me contenderé, ¡no soy tu subordinado!"

"¡Si quieres matar a uno, date prisa y deja de decir tonterías!" Gritó con impaciencia.

Chou Xu resopló antes de mirar con su único ojo al grupo de cultivadores, ignorando sus miradas enojadas. De repente, señaló a una de ellas. "¡Ella! ¡Lo que más disfruto es matar a mujeres! ¡Especialmente si son hermosas!" Al decir eso, miró a Xiu Li y esta última resopló con desdén, sabiendo lo que esta insinuando, pero negándose a aceptar su provocación.

La mujer seleccionada palideció. "Yu Xian..." Los otros entraron en desesperación.

Tang Yu Xian sin embargo, se limitó a sonreír miserablemente. "El destino lo ha decidido. No traten de pelear, el lugar de donde provienen debe ser el lugar a donde se fue el Señorito, así que todos ustedes deben ir y hacer lo imposible por encontrarlo para que se vengue de nuestros hermanos y hermanas caídas. ¡No se rindan!" Todos negaron la cabeza de mala gana en respuesta.

"¡Mujer! ¡Si tienes algunas últimas palabras, te daré diez segundos para que puedas decirlas!" Chou Xu se quedó en el aire y se rió salvajemente.

"¡Han ido demasiado lejos! ¡Lucharé contra ellos!" Tu Feng rugió enojado y su Verdadero Qi comenzó a surgir locamente, apunto de mostrar la Habilidad Marcial de los Guerreros de Sangre.

"¡Si tenemos que morir! ¡Moriremos juntos! ¡Pase lo que pase no podemos quedarnos sin hacer nada y ver cómo te matan!" El cuerpo de Ying Jiu parpadeó.

Sin embargo, una presión invisible descendió y los suprimió por completo, cancelando la Habilidad Marcial Sangre Tirano Loco de Tu Feng y el Golpe Sombra Parpadeante de Ying Jiu.

Chou Xu se rió burlonamente. "¡Les dije que no fueran presuntuosos! ¡Basuras, ¿no tienen conciencia de sí mismos?! ¿¡Creen que estando en el Reino Trascendental pueden luchar contra un Santo?! ¡Les mostraré ahora la brecha insuperable entre nosotros! ¡Matar a cualquiera de ustedes es tan simple como aplastar una hormiga!" Al decir eso, se acercó a ellos y extendió su mano.

Tang Yu Xian gritó al sentirse atrapada por una fuerza invisible, la que lentamente la levantó en el aire. Un momento después, estaba flotando a decenas de metros sobre el suelo. La fuerza invisible que encadena su cuerpo se hizo cada vez más fuerte, lo que le dificultó la respiración. Su rostro se puso rojo y sus ojos brillaron con desgana, pero sin importar cuánto deseara resistirse, es incapaz de luchar. Desde abajo, sus compañeros soltaron gritos tristes y estridentes al verla así. Entonces, crujidos estallaron de su cuerpo cuando sus huesos comenzaron a romperse bajo la tensión. Al sentir la muerte llamándola, su corazón se calmó y miró los hombres con indiferencia. ¡No se permite a sí misma revelar una mirada de desesperación frente a estos dos!

De repente, en el último momento, un ataque similar a una espada brilló repentinamente y cortó el aire entre Chou Xu y Tang Yu Xian, produciendo un sonido parecido al que se escucha cuando algo es cortado. Al siguiente instante, Tang Yu Xian respiró hondo, ya que la enorme presión sobre su cuerpo desapreció instantáneamente, liberándola y permitiéndole caer al suelo. Luego, una luz azul brilló de la nada y aparecieron tres figuras envueltas en un aura gélida.

"¡¿Quiénes son ustedes?!" Chou Xu rugió y Xiu Li los miró con un cambio de expresión.

Los cultivadores del Reino Trascendental también volvieron sus ojos a los recién llegados y al ver de quién se trata, se congelaron. Sin embargo, al momento siguiente, gritos de sorpresa y alegría escaparon de sus bocas. "¡Pequeño Señor!"

Yang Kai los miró y asintió. Rostros familiares aparecieron uno tras otro frente a sus ojos. Tu Feng, Tang Yu Xian, Ying Jiu, Ji Li, Xiao Shun, Yan Ling Xing, Wu Ju... La mayoría de los maestros del Salón Guerreros de Sangre están presentes. "Yu Xian, ¿estás bien?" Preguntó en voz baja.

Los hermosos ojos de Tang Yu Xian se llenaron de emoción mientras asentía con su cabeza. "Solo tengo algunas heridas menores, Señorito, no tiene porque preocuparse".

"Eso es bueno" Dejó escapar un suspiro de alivio.

"¿Quién eres tú?" Xiu Li gritó y Chou Xu frunció el ceño.