Después de buscar por menos de cinco minutos, Yang Kai salió del agujero que estaba cavando con el ceño fruncido. Determinó que encontrar Cristales Fuego Brillante es una cuestión de suerte. Debido a que la Energía de Atributo Fuego es demasiado rica aquí, el aura emitido por estos minerales está completamente cubierta. Es imposible buscarlos utilizando el Sentido Divino, por lo que solo se puede cavar a ciegas. Esta realidad redujo enormemente su interés. Mientras otros cultivadores estaban entusiasmado por conseguir un material de rango alto grado Origen, a Yang Kai poco le importa. No tiene necesidad de seguir perdiendo el tiempo aquí. Lo mejor es dirigirse directamente al Área del Tesoro. Considerando todo esto, no se molestó en cavar más.
Antes de irse, miró casualmente al hombre de mediana edad, descubriendo que tanto él como su hermano de Secta celebraban por haber obtenido ganancias. Sin pensar en molestarlos, abandonó la colina en paz. A medida que avanzaba, ocasionalmente se encontró con cultivadores que se habían enterado de los Cristales Fuego Brillante, muchos de los cuales le preguntaron si la noticia era cierta, algo que lo molestó un poco. Como veían que su cultivo no es tan alto, no lo consideraron una amenaza, de lo contrario, ¿cómo tantas personas se atreverían a interrogarlo? Sin embargo, solo le hicieron preguntas, por lo que no sintió que fuera correcto matarlos. Lo mejor era evitar los conflictos mientras seguía adelante. No utilizó sus Alas de Viento y Trueno ya que son demasiado llamativas. Si otros las ven, le causarán problemas innecesarios. Aunque nunca le ha temido a los problemas, no quiere retrasarse más tiempo. ¡Quiere llegar al Área del Tesoro lo antes posible!
Dos días después, Yang Kai todavía estaba avanzando cuando de repente escuchó el sonido de la ropa contra el viento moviéndose detrás de él. Parecía que alguien corría a toda velocidad. Dándose la vuelta, vio una figura saltando desde las colinas onduladas que acababa de pasar aterrizando frente a él. Cuando sus ojos se encontraron, de inmediato lo reconoció. Es el cultivador del Segundo Orden del Santo Rey que conoció hace unos días. El hombre de mediana edad que le dio una muy buena impresión, después de todo intentó persuadirlo de que no corriera riesgos por solo buena voluntad cuando apenas se habían conocido. Estaba a punto de saludarlo cuando su rostro se hundió. Descubrió que algo anda mal. Su Qi Santo es caótico y se ve cansado. También parece tener el hombro herido de gravedad y la herida sigue sangrando, manchando sus ropas de rojo. Además de eso, en sus ojos se puede ver la ira y la desgana. ¡Como si algo terrible hubiese sucedido!
Después de ver a Yang Kai, el hombre se congeló, como si no esperara encontrárselo. Reveló una pizca de culpa y molestia antes de hablar apresuradamente. "¡Date prisa y corre si no quieres morir! ¡Vete de inmediato!" Habiendo dicho esto, se lanzó hacia una dirección diferente a toda velocidad.
Se sintió confundido pero pronto entendió lo que estaba pasando. Treinta segundo después de que el hombre se fue, un grupo de seis cultivadores con túnicas verde oscuro aparecieron. El que los lidera es un joven de una edad similar a la de Yang Kai, pero su verdadera edad no esta clara. Su tez es fría y no hace ningún intento por ocultar su cultivo del Tercer Orden del Santo Rey. Mientras que los hombres y mujeres que lo siguen están en el Segundo Orden del mismo Reino. Tan pronto como vio a este joven, Yang Kai lo sintió familiar, como si lo hubiese visto en algún lugar antes.
"¡Dime en qué dirección se fue ese hombre!" El joven gritó con arrogancia.
El rostro de Yang Kai se enfrió. La forma descortés de preguntar lo molestó bastante. Tiene una muy buena impresión del hombre de mediana edad, pero incluso si ese no fuese el caso y le preguntara por un completo extraño, siendo tan grosero no le respondería de ninguna manera.
"¡Hermano mayor Meng! ¡Por ahí!" Una joven del grupo señaló en cierta dirección. Es fácil saber por dónde escapó ya que hay un camino llamativo de gotas de sangre en el suelo.
"¡Hmph!" El joven de apellido Meng resopló con frialdad antes de hacer señas para seguir al hombre. Sin embargo, antes de irse, agitó su mano y un resplandor dorado se disparó hacia Yang Kai.
Furioso, condensó un Gran Escudo Celestial para bloquear este ataque. Pero no pudo resistir por completo el resplandor dorado, agrietándose y casi rompiéndose por el impacto. Yang Kai se sorprendió, pero cuando se recuperó, su atacante ya había escapado. En cuanto al joven de apellido Meng también parecía sorprendido por no haber podido matarlo. Lo miró fríamente como si intentara grabarse su apariencia. ¡Un simple cultivador del Primer Orden del Santo Rey resistió su ataque! Sin embargo, perseguir al hombre de mediana edad parece tener prioridad para él, por lo que no se quedó. En instantes, el grupo de seis desapareció en la misma dirección.
Yang Kai se quedó en su lugar pensando detenidamente. Está seguro que había visto a este joven antes en algún lugar, de lo contrario no le resultaría tan familiar. Después de un tiempo, finalmente lo recordó, por lo que levantó una ceja y los siguió. Ya sea por sus acciones o por su leve relación con aquel hombre de mediana edad, no dejará que las cosas terminen así. Ese hombre tiene un gran carácter recto. La primera vez intentó persuadirlo para que evitara el peligro y esta vez le advirtió que huyera lo antes posible. Además, la mirada de culpa en su rostro de ese momento es porque se encontró con Yang Kai y lo involucró accidentalmente. Si no fuese el caso, no habría cambiado la dirección por la que estaba escapando. Habiendo mostrado tanta buena voluntad, naturalmente quiere corresponder. Siguiéndolos por poco tiempo, los alcanzó fácilmente.
El hombre de mediana edad es una flecha al final de su vuelo, por lo que no pudo correr muy lejos. En ese momento, el joven de apellido Meng y sus varios hermanos y hermanas menores lo rodearon y lo están atacando. El cultivo de este hombre no es alto, pero el Artefacto Defensivo de tipo Armadura que lleva puesto es bastante bueno, por lo que le permitió resistir las heridas fatales por ahora. Desafortunadamente el Artefacto también llegó a su límite, por lo que sus efectos protectores están disminuyendo severamente. El joven de apellido Meng se mantuvo a la distancia y ni siquiera participó en la batalla. Está con los brazos cruzados revelando una mirada hosca y de burla en su rostro mientras mira. Si él tomara medidas personalmente el hombre ya habría caído.
"¡Meng Hong Liang! ¡Morirás como un perro!" El hombre de mediana edad escupió sangre y rugió de rabia al sufrir un poderoso golpe de la joven que había hablado momentos antes.
Estas palabras hicieron que el joven llamado Meng Hong Liang revelara una mirada aún más fría cuando ordenó. "No lo maten todavía, jueguen con él hasta que esté completamente roto para que comprenda el destino que sufrirán quiénes se atrevan a ofender mi Secta Ciudad Imperial".
"¡Sí!" Los discípulos de la Secta Ciudad Imperial que asedian al hombre escucharon esto y de inmediato aliviaron sus ataques, agregando intencionalmente heridas como si fuesen gatos jugando con un ratón en una esquina. Cada ataque buscaba causarle el mayor dolor posible sin matarlo.
"¡Ya te entregué la Piedra Cristal de Fuego! ¡¿Por qué eres tan despiadado?! ¡¿Qué necesidad tienes de matar a mi hermano menor y a mi?!" Estaba haciendo todo lo posible por evitar estos ataques, pero la cantidad de heridas que sufrió aumentaron mientras palidecía por la perdida de sangre.
"¡Hmph!" Resopló con frialdad. "Debes morir porque cuantos menos sepan que existe ese tesoro es mejor. Si debes culpar a alguien, entonces cúlpate a ti mismo y a tu hermano menor por encontrar algo tan bueno así como por tener la desgracia de que yo me enterara. ¡Las Piedras Cristal de Fuego me pertenecen! Te enviaré junto a tu hermano menor para que no se sienta tan solo!"
"¡Incluso si debo convertirme en un fantasma no te dejaré escapar!" Rugió cuando el último rayo de luz de su Artefacto con forma de Armadura se desvaneció. Fue completamente destruida.
"¡Es suficiente! ¡Mátenlo de una vez!" Cansado del hombre ordenó despiadadamente.
Los discípulos de la Secta Ciudad Imperial empujaron simultáneamente sus Qi Santos y desataron golpes mortales al escuchar esto. El hombre de mediana edad parecía sentir que moriría, por lo que no opuso ninguna resistencia inútil. Sin embargo, miró a Meng Hong Liang con ojos inyectados en sangre, aparentemente queriendo grabar su rostro en su Alma para luego de reencarnar encontrarlo y buscar venganza. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de morir, una serie de escudos formados de llamas negras aparecieron a su alrededor, bloqueando todos los golpes fatales. Uno de los atacantes vio esto pero no estaba dispuesto a ceder, por lo que golpeó con su palma el escudo frente a él. Sin embargo, el escudo permaneció ileso mientras que el cultivador saltó hacia atrás como un conejo asustado gritando en voz alta. La multitud se quedó mirando estupefactos esta escena, mientras sus ojos se llenaban de miedo y terror. Las llamas negras se extendieron desde la palma de este joven hasta su brazo. Dondequiera que pasara esta llama, todo se reducía a cenizas, por lo que es obvio que una vez que llegara a su pecho no podrá sobrevivir de ninguna manera.
"¡Hermano mayor Meng sálvame!" El cultivador se dio cuenta que no puede resistir las extrañas llamas negras, por lo que de inmediato pidió que lo rescatara con alguno de sus métodos.
Sin embargo, ¿cómo podría Meng Hong Liang permitir que este joven se acercara a él? Estas llamas negras son demasiado aterradoras. Al ver a su compañero discípulo de Secta acercándose, su expresión se volvió fría, revelando una luz despiadada en sus ojos. Retrocedió unos pasos, levantó la mano y disparó un rayo dorado de luz hacia la cabeza de su hermano menor, atravesándole la frente. El cultivador de inmediato cayó al suelo y cuando la luz desapareció, se podía ver una expresión de completo shock en su rostro. Nunca imaginó que su hermano mayor actuara contra él de forma tan cruel. Al siguiente instante, su cuerpo fue devorado por las Llamas Demoníacas.
Por otro lado, los hombres y mujeres restantes palidecieron. En parte por el increíble poder de estas misteriosas llamas negras, pero más aún porque presenciaron como Meng Hong Liang mató fríamente a un hermano de Secta. Todos lo miraron conmocionados e incrédulos.
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