Capítulo N° 00754 - Habilidades Divinas

El viejo Cheng fue asesinado de un solo golpe y Hai Wang Gu fue arrojado hacia un lado como un perro callejero y actualmente lucha frenéticamente por huir. Yang Kai lo miró antes de mover ligeramente su muñeca una vez más y al siguiente instante, la espada gigante se transformó en una cuerda y salió disparada hacia el anciano, capturándolo e inmovilizándolo. Luego, tiró de la cuerda y lo arrastró hacia él. "¿Esta es la Cadena Prisión Celestial?" Miró a la Dama Santa.

"¡Si!" Volvió a asentir repetidamente.

"Interesante, ¿por qué de repente puedo utilizar estas Habilidades Alma?" La miró con recelo. "Y, ¿por qué mi Energía Espiritual parece haberse fortalecido? ¿Qué me hiciste?"

"¿Podemos hablar de eso más tarde?" Estaba un poco reacia a responder.

"Bien" Asintió levemente y dejó de preguntar. En cualquier caso, las dos Habilidades Alma que acaba de usar son algo de lo que nunca escuchó hablar hasta ahora, sin embargo, parece tener una comprensión integral de ellas, así como un dominio completo de sus usos, como si las hubiese cultivado durante muchos años. De modo que es imposible que tal situación ocurriera espontáneamente y la única explicación es que esta mujer hizo algo. Si tuviese que adivinar, diría que ella le transfirió directamente estas dos Habilidades Alma a su conciencia, permitiéndole comprenderlas al instante para poder utilizarlas. Además de eso, la cantidad de Energía Espiritual que acaba de usar no fue tan grande, pero aún así destruyó fácilmente al viejo Cheng. ¡Su corazón y su cabeza se llenaron de dudas y confusión!

"¿Qué harás con esa persona?" Preguntó señalando al atado Hai Wang Gu.

"¿Qué más podría hacer?" Resopló y la cuerda de repente estalló en llamas. Luego de un grito lleno de desesperación, el Avatar Alma de Hai Wang Gu fue incinerado, sin siquiera dejar cenizas. Entonces, en la Sala de Batalla de Almas, solo quedaron Yang Kai y la Dama Santa. Uno frente al otro, ella se puso nerviosa y desvió la mirada. "¿Cuál es tu nombre?" Preguntó.

"An Ling Er... ¿y el tuyo?"

"Ya te dije que no tengo apellido".

Ante sus palabras, el rostro de An Ling Er se puso agrió. La actitud de Yang Kai realmente la molestó, pero sabe que no es el momento adecuado para desahogar su ira.

"¿Ahora me dirás que me hiciste?" La miró solemnemente.

"¿Por qué quieres saber?" Se mordió el labio ligeramente. "No se que harás después de que sepas, ¿cómo puedo estar segura que no me harás daño si te lo digo?"

"Puedes estar segura que no te haré nada, además, no tengo razones para dañarte. Así que espero que me puedas explicar lo que sucedió claramente".

"¡Bien!" Respiró hondo. "Ya que insistes, te lo diré". Después de que dijo eso, se quedó en silencio por un momento organizando sus pensamientos y luego continuó. "Incluso tú deberías saber algo sobre la Tierra Santa de los Nueve Cielos. Bueno, como una Dama Santa, tengo el deber de salir al exterior para encontrar al próximo Maestro Santo. Tenemos un método especial para buscar a los candidatos apropiados y si uno de ellos pasa nuestra prueba, entonce se convierte en el próximo Maestro Santo de la Tierra Santa de los Nueve Cielos. En cuánto al método que utilizamos, perdóname, pero no puedo decirte ya que está relacionado con mi Arte Secreto".

"Bien" Asintió.

"Creo que debiste escuchar antes que los candidatos provienen de diferentes estatus y sus aptitudes marciales varían mucho. Esto se debe a que cuando entran en la Tierra Santa de los Nueve Cielos y se convierten en el Maestro Santo, renacen y se vuelven existencias extraordinarias. Bueno, la verdad es que esto tiene mucho que ver con nosotras, las Damas Santas".

"¿Oh? ¿Cómo es eso?"

"Desde nuestro nacimiento fuimos criadas como una especie de contenedores de cultivo. Todos nuestros cultivos y experiencias están estrictamente preparados para el futuro Maestro Santo, de modo que después de encontrarlo y llevarlo a Tierra Santa, podemos dárselos a él. Esta es la mayor responsabilidad de una Dama Santa. Además, debido a que hay más de una Dama Santa, los beneficios que obtendrá el Maestro Santo son enormes, es por eso que se convierten en potencias extraordinarias, ya que nunca cultivará solo. Dependiendo de las circunstancias, la cantidad de Damas Santas que pueden ayudarlo varían entre tres hasta ocho. Con tantas contenedores de cultivo brindándole asistencia, es muy difícil que no se fortalezca".

"¿Realmente existe algo así?" Se sintió conmocionado.

"Si y es el mayor secreto de Tierra Santa, así que no debes contárselo a nadie" Le advirtió.

"No te preocupes, no lo diré" Asintió y se perdió en sus pensamientos antes de murmurar. "Entonces, ¿pude dominar esas Habilidades Alma porque fuiste tú quién las aprendió primero y luego me transmitiste el conocimiento?"

"Si, las dominaste porque yo las conozco. Aunque como Dama Santa no puedo matar mientras viva, puedo utilizar métodos especiales para ayudar al Maestro Santo. Pero no solo se limita a aprender Habilidades Alma, ¿notaste que tu Energía Espiritual aumentó?"

Su expresión se volvió extraña ante este punto. "Pero yo no soy tu futuro Maestro Santo, entonces, ¿cómo es posible que pudieses ayudarme tanto?"

Suspiró y se mordió el labio antes de decir. "Aunque realmente no quiero admitirlo, es probable que tengas toda la capacidad para convertirte en el próximo Maestro Santo".

"Es una broma, ¿verdad?"

"No, es la verdad. Justo ahora, solo quise ayudarte a aumentar tu Energía Espiritual para que lucharas contra esos dos viejos, pero no tuve la intención de compartirte las Habilidades Almas de Tierra Santa, sin embargo, de alguna manera lograste comprenderlas por ti mismo. ¿Puedo preguntarte cuántas lograste aprender en ese momento?"

"Solo esas dos".

"Estas Habilidades Alma, incluso con la ayuda de una Dama Santa, son increíblemente difíciles de comprender. De hecho, si un Maestro Santo quiere dominar las Habilidades Divinas, no lo tiene tan fácil. Es muy probable que le tome muchos intentos antes de que pueda dominar alguna de ellas. El problema de esto, es que tú no solo las comprendiste, sino que pudiste utilizar dos en un instante. Así que supongo que entiendes lo que significa" Entrecerró sus ojos.

"¿Cuántas de estas Habilidades Divinas has dominado?"

"Varías más" Sonrió levemente. "¿Te gustaría aprenderlas?"

"No" Respondió mostrándose desinteresado.

"Si quieres puedo enseñártelas ahora mismo, pero tengo una condición".

Yang Kai la miró molesto, no le gusta que las personas negocien con él.

Aunque ella notó su molestia, no le importó. "Ven conmigo a la Tierra Santa de los Nueve Cielos y cuando llegue el momento, no solo obtendrás mi iluminación, sino que también la de mis tres hermanas. Nosotras te ayudaremos a hacerte más fuerte en el menor tiempo posible".

"¿Quieres llevarme para convertirme en el próximo Maestro Santo?" Sonrió.

"¡Si! Creo que eres un candidato apropiado... aunque eres un poco odioso"

"No me interesa" Sacudió la cabeza lentamente.

"Tú..." Sus ojos de color almendra se hincharon y una mirada de sorpresa se extendió por su rostro. Nunca imaginó que Yang Kai rechazaría su oferta sin rodeos. ¿Quién en el mundo no querría ser el Maestro Santo de la Tierra Santa de los Nueve Cielos? Cuando llegó a este archipiélago de islas, todo el lugar se volvió increíblemente animado y muchos cultivadores vinieron de todos los rincones del mundo para que ella los viera. Después de todo, si fuesen elegidos, podrían convertirse en una de las personas más poderosas del mundo. Así que sin importar a donde fuera, todos los hombres, jóvenes y viejos acudían a su presencia con miradas expectantes. Pero ahora, cuando tomó la iniciativa de invitar a alguien, a quién cree que merece recibir este honor, ¡fue rechazada! An Ling Er sintió que estaba soñando, mirando a Yang Kai atónita, siendo incapaz de hablar.

"Si quiero hacerme más fuerte, simplemente me cultivaré yo mismo, ¿por qué debería dejar que algunas mujeres lo hagan por mí?" Sonrió burlonamente. "¿Qué diferencia hay entre permitir que eso suceda y en ser un gigoló? No gracias".

"¿Aún no entiendes los beneficios que tendrás al convertirte en un Maestro Santo?" Frunció el ceño. "No solo significa que te convertirás en uno de los líderes de este mundo, sino que recibirás cosas que la mayoría de las personas no tendrán en toda su vida. Podrás tener riquezas, estatus, fama, una Secta completa a tus ordenes e incluso bellezas. ¡Todo será tuyo!"

"¿Eso también te incluye a ti?" La miró malvadamente.

Su expresión se volvió un poco antinatural, pero igual asintió. "Si, mi destino es servir como contenedor de cultivo para el Maestro Santo y no solo yo, sino que mis otras tres hermanas también. Mientras lo desees, independientemente de lo que sea, nosotras satisfaceremos todas tus necesidades. ¡Incluso las cuatro podríamos convertirnos en tus esposas!"

"Una oferta verdaderamente tentadora" Se lamió los labios con una expresión obscena.

"Entonces...."

"¡No!" Se largó a reír mientras su expresión cambiaba radicalmente, antes de ponerse serio. "Debe haber inconvenientes, ¿no? Aunque convertirse en un Maestro Santo parece tener bastantes ventajas, el precio que debe pagar a cambio no debe ser pequeño, ¿verdad?"

Su rostro se congeló y lo miró profundamente asintiendo. "Si, existe un rumor, pero no estoy completamente segura de que sea cierto, sobre el precio que se debe pagar".

"Me gustaría escucharlo".

"No viven mucho... Al parecer el que vivió más solo alcanzó los trescientos años".

La Tierra Santa de los Nueve Cielos es una Secta poderosa, de modo que el Maestro Santo con la ayuda de las Damas Santas como contenedoras de cultivo, aumentará su fuerza rápidamente. Es por eso que Yang Kai estimó que en solo una docena de años alcanzará el Tercer Orden Santo. Estos maestros desde hace mucho trascendieron la esperanza de vida de la humanidad y la extendieron enormemente, así que vivir solo hasta los trescientos años realmente es como si muriesen aún siendo jóvenes. Incluso los maestros del Tercer Orden de Trascendencia son capaces de vivir durante cientos de años. Así que al escuchar el precio, descartó por completo cualquier intención de convertirse en este llamado Maestro Santo. Aunque trescientos años parecen mucho tiempo, para quienes persiguen el Dao Marcial, no es más que un período de tiempo fugaz. Es por eso que Yang Kai cree que a los trescientos años continuará viviendo bien, tal vez viajando junto a Su Yan y a Xia Ning Chan mientras exploran libremente el mundo.

"Sin embargo, si lo piensas bien, a cambio de todos los beneficios, es un pequeño precio a pagar ya que es algo que nadie más conseguirá en su vida" Continuó tratando de persuadirlo.

Yang Kai simplemente se rió y declaró con confianza. "No necesito tu ayuda, después de treinta años, tendré el mismo nivel de cultivo que tu futuro Maestro Santo"

"¿En treinta años? Si que eres arrogante..." Lo miró fijamente.