Capítulo N° 00807 - Humano Despreciable

Lo más importante es transmitirle a estas Bestias que no tiene intenciones maliciosas. Solo después de lograrlo, no lo atacarán y participarán de la conversación. Durante este proceso, mostrar cualquier urgencia solo hará que la otra parte desconfíe, por lo que será contraproducente. En algún lugar de esta jungla, Yang Kai se mantuvo en silencio, restringiendo su aura e integrándose con su entorno, liberando constantemente su Sentido Divino para transmitir sus buenas intenciones. Las criaturas cercanas se escondieron silenciosamente mientras lo miraban ferozmente. El tiempo pasó, pero Yang Kai no se puso ansioso. Después de medio día, finalmente escuchó el sonido de crujidos cerca, cuando se giró, se encontró con una Bestia Demoníaca gigante, parecida a un tigre, que emergió lentamente de su escondite. Después, otras Bestias siguieron su ejemplo y lo rodearon.

Yang Kai los barrió con su mirada y sonrió alegremente. Estas criaturas son de todo tipo de formas y tamaños, pero cada una tiene un aura y una apariencia imponentes. Cuando estuvieron a una docena de metros, se detuvieron y gruñeron, como si se estuviesen comunicando. Desafortunadamente, la inteligencia de estas Bestias no está completamente desarrollada, por lo que no podían expresar sus pensamientos a la perfección. Por otro lado, Yang Kai sonrió y les envió un mensaje con su Sentido Divino. "<Hola a todos, no tengo malas intenciones, por lo que no deben preocuparse. Solo deseo ver a su Gran Mayor. Si es conveniente, ¿podrían mostrarme el camino?>"

Después de su mensaje, la Bestia gigante parecida a un tigre gruñó levemente, como si estuviese preguntándole por qué quiere ver al Gran Mayor.

"<Necesito conversar con él>" Respondió pacientemente.

Las Bestias Demoníacas quedaron en silencio mientras se miraban unas a las otras, aparentemente incapaces de tomar una decisión. Sin embargo, después de un rato, la criatura parecida a un tigre inclinó la cabeza hacia atrás y soltó un rugido atronador. Al ver esto, Yang Kai frunció el ceño, pero no hizo ningún intento por detenerlo, simplemente se quedó en silencio esperando. No sabe dónde vive el Gran Mayor de la Raza Monstruo, por lo que su única opción es esperar que estas Bestias puedan ayudarlo. Inmediatamente después del rugido, un segundo rugido resonó en las profundidades de la jungla, luego un tercero, luego un cuarto, cada uno alejándose cada vez más, como si estuviesen transmitiendo el mensaje una y otra vez.

Yang Kai se sorprendió ante esto, pero lo entendió rápidamente. Se sentó junto a un gran árbol y sacó algunas botellas de píldoras antes de arrojar su contenido hacia las criaturas cercanas. Todas estas píldoras las refinó el mismo y están hechas para mejorar el flujo del Verdadero Qi, permitiendo cultivarse más fácilmente. Las Bestias circundantes vieron estas píldoras y se inclinaron cuidadosamente oliéndolas. Ellas tienen instintos agudos, los que le permiten evitar inherentemente el peligro y al mismo tiempo, pueden encontrar oportunidades. Así que aunque el grado de estas píldoras no es muy alto, el olor medicinal atrajo su interés. En pocos segundos, se las tragaron como frijoles y miraron a Yang Kai con anticipación. Sonriendo con ironía, sacó otros pocos frascos de píldoras y se las dio. Aproximadamente media hora después, miró hacia una determinada dirección y reveló una expresión solemne, ya que sintió una poderosa aura acercándose.

Además de eso, la fuerza de este recién llegado no es baja, al menos es equivalente a un maestro del Tercer Orden de Trascendencia o en términos de las Bestias Demoníacas, está en la cima del Séptimo Reino. Entonces, una figura corpulenta descendió del cielo como un meteorito y aterrizó directamente frente a Yang Kai, levantando una nube de polvo y provocando una onda de choque que hizo que todos los grandes árboles de los alrededores se balancearan salvajemente. Mientras que las Bestias que habían estado esperando se asustaron y dispersaron rápidamente. Yang Kai parpadeó y pronto descubrió a un hombre de mediana edad con una constitución enorme, de unos cuarenta años, el cual lo mira con ojos llenos de desprecio y desdén. Por otro lado, su apariencia es bastante llamativa, viste pieles de animales y tiene el cabello negro y espeso, flotando libremente en el viento. A primera vista, parece un león salvaje.

"[¡Debe ser un cultivador de la Raza Monstruo!]" Determinó de inmediato la identidad de este hombre. Después de recibir el mensaje transmitido por las Bestias, seguramente se apresuró a venir de inmediato. Los ojos de este cultivador corpulento están llenos de agresión y sed de sangre y las Bestias de los alrededores que antes fueron tranquilas y amistosas, parecían haber sido infectadas por el aura de este hombre y ahora muestran sus colmillos y gruñen. Sin embargo, a Yang Kai no le importó, simplemente sonrió antes de ponerse de pie con calma.

"¡Humano! ¡¿Cómo te atreves a entrar en la Selva del Mar de Bestias?!" Rugió mientras condensaba su Energía Monstruosa y miraba amenazante a Yang Kai.

"Amigo, me gustaría pedirle que me de un momento para explicarle" Sonrió.

"¡¿Quién es tu amigo?!" Gritó "¡Humano despreciable, nunca seremos amigos!"

"Ah..." Se quedó sin palabras. Este hombre obviamente se opone completamente a interactuar con él, por lo que intentó de otra forma. "¿Puedo saber su nombre?" Ahuecó los puños.

"¡El Gran Mayor me otorgó el nombre de Kuang Shi!" Su rostro brilló con orgullo al pronunciar estas palabras, como si fuese un gran honor haber recibido un nombre de manos del Gran Mayor. Resopló al siguiente instante. "¡¿No te atrevas a olvidarlo?!"

"Bien, no lo olvidaré" Asintió seriamente.

"Odioso Humano" Miró a las Bestias circundantes. "¿Qué le hiciste a mis hermanos? ¿Por qué parecían tan cercanos a ti hace un momento?"

"No les hice nada, solo les dí algunas píldoras" Explicó. "Pero no te preocupes, son para ayudar a cultivar, no tienen efectos secundarios dañinos".

"¿Píldoras?" Sus ojos se iluminaron.

Sonrió. "Tengo más. Hermano Kuang, ¿quieres algunas? Como este es nuestro primer encuentro, considéralas un regalo de mi parte" Sacó algunas botellas y se las entregó.

La expresión de Kuang Shi fluctuó, obviamente está luchando por si debe aceptarlas o no. Sin embargo, después de oler la fragancia medicinal, su deseo superó a su razón, extendió su mano y aceptó las botellas quejándose. "Despreciable y odioso Humano, no creas que te has ganado mi aprobación. Aunque ahora que te miró más de cerca no pareces ser tan molesto".

Yang Kai se rió tontamente a pesar de no querer hacerlo. Secretamente pensó que este tipo es demasiado puro e inocente. Si todos los de la Raza Monstruo fuesen como Kuang Shi, será fácil lidiar con ellos. Al menos eso espera.

Por otro lado, Kuang Shi quién se mostró muy satisfecho, guardó las píldoras en los bolsillos de sus pantalones, atesorándolas enormemente. Luego, sonrió con fiereza y miró a Yang Kai a los ojos una vez más. "Escuché que quieres ver al Gran Mayor". No le preguntó nada desde que llegó, por lo que es obvio que obtuvo la información del mensaje que transmitieron las Bestias.

"Si, hermano Kuang, ¿podría presentarme?"

Sin embargo, él se largó a reír en respuesta. "Mocoso, ¿qué crees que es la Selva del Mar de Bestias? ¿Crees que podrías conocer fácilmente al Gran Mayor? Como has sido respetuoso hasta ahora, no te mataré. Vuelve por donde viniste, te daré hasta el atardecer para desaparecer de este lugar, si decides quedarte, esta noche será la hora de tu muerte".

Frunció el ceño ligeramente antes de explicar pacientemente. "Hermano Kuang, deseo discutir asuntos importantes con el Gran Mayor, ¿podrías ayudarme?"

"No pongas a prueba mi paciencia. Ustedes los Humanos nunca saben cuándo dar marcha atrás. Si me irritas, tu final será muy miserable. En la Selva del Mar de Bestias no se permiten los Humanos, por lo que no atacarte de inmediato es suficiente muestra de misericordia" Resopló.

Sin embargo, Yang Kai se largó a reír. "Eso no es del todo cierto. Hermano Kuang, he oído que un Humano venía a charlar y beber con el Gran Mayor, ¿es cierto?"

Su expresión cambió. "¿Dónde escuchaste eso? ¡Ah! ¡Ese anillo!"

"El hombre que solía venir usaba este anillo" Levantó su mano y se lo mostró. "Deberías saber sobre la caída del viejo Maestro Santo de Tierra Santa, ¿no? En cierto sentido, soy su sucesor. Se que era amigo del Gran Mayor, por eso vine a verlo".

"¿Eres su sucesor?" Abrió los ojos y lo miró con asombro. "Pero ese tipo era muy poderoso, incluso peleaba a la par con el Gran Mayor, ¿cómo puede tener un sucesor tan débil?" Obviamente piensa que puede aplastar a Yang Kai con un movimiento de su dedo.

Pero no le importó, simplemente continuó. "Debes saber que el viejo Maestro Santo traía muchas Piedras de Cristal y píldoras cada vez que venía. Pero ya han pasado dos años sin que trajeran suministros. Dado que heredé el puesto de Maestro Santo, planeó en el futuro, traer varias cosas para comerciar, como por ejemplo..."

"¿Cómo qué?" Lo interrumpió de inmediato atraído por esta idea.

"Como las botellas de píldoras que te acabo de dar" Sonrió.

"¡Esas ya son mías!" Tapó su bolsillo y lo miró temiendo que se las pidiera de vuelta.

"Si, esas son tuyas" Asintió. "Pero si quieres más de esas, primero necesito hablar con tu Gran Mayor. Solo después de llegar a un acuerdo con él, podré seguir trayendo otras cosas".

Kuang Shi levantó la cabeza y miró a lo lejos con el ceño fruncido, como si estuviese sumido en sus pensamientos. Después de un momento, se rascó la cabeza y suspiró. "¿Por qué siento que tus palabras no son honestas? Mocoso, ¿intentas engañarme?" Lo miró a los ojos.

Yang Kai le devolvió la mirada, sin signos de ansiedad.