Capítulo N° 00840 - ¿Por Qué Está Herido?

Si Yan Zhi hubiese estado alguna vez en la Tierra Santa de los Nueve Cielos, o hubiese conocido al Maestro Santo anterior, habría reconocido de inmediato estas dos Habilidades Marciales. Se tratan de la Cadena Prisión Celestial y de la Lanza Celestial Castigadora. Dos de las Habilidades Divinas de los Nueve Cielos. La primera de ellas, no solo impide que el enemigo escape físicamente, sino que también lo atrapa espiritualmente, mientras que la lanza no tiene rival en lo que respecta a su potencia de asesinato. Yan Zhi no tiene idea de cuán temibles son estas dos Habilidades Divinas, y por lo tanto, no le prestó mucha atención a la Cadena Prisión Celestial que lo rodea. Por lo que cuando la tocó sin querer, su Alma recibió una sacudida, lo que hizo que sus pensamientos se embotaran y sus movimientos se volviesen lentos. Lo que lo puso en una situación peligrosa.

Continuó moviéndose, pero no podía escapar de este cerco, por lo que comenzó a sentirse ansioso. Justo cuando se sentía presionado, el Dragón Dorado envió otro rayo de luz dorada ardiente. Yan Zhi gritó mientras empujaba rápidamente su Verdadero Qi para resistir, los ataques se anularon, pero al siguiente instante, dos garras aparecieron de repente y le perforaron ambos lados del pecho e inmediatamente, comenzaron a tirar en direcciones opuestas. Los ojos de Yan Zhi se inyectaron en sangre al sentir que su muerte se acerca, comprendiendo que no puede escapar, rugió. "¡No creas que será tan fácil!" Abandonó la defensa y lanzó una ráfaga de ataques.

Aparentemente habiendo gastado todo su Verdadero Qi en este último ataque desesperado, sonrió, antes de que su aura desapareciera y su cuerpo perdiera toda la fuerza. Por otro lado, el Dragón Dorado recibió múltiples heridas y su sangre con resplandor dorado se esparció por todas partes, mientras su rugido ensordecedor resonó en el cielo. Al siguiente instante, tiró con fuerza sus garras en dirección opuesta y el cuerpo de Yan Zhi se partió en dos y su sangre y órganos saltaron. Una escena aterradora para la vista. Los cultivadores que escucharon el rugido atronador del dragón, miraron hacia arriba justo a tiempo para ver esta imagen sangrienta.

"¿El Maestro de Secta murió?" Los maestros de la Cueva Cielo Congelado miraron en silencio la carne y sangre esparcidas que caían desde arriba, incrédulos, como si fuesen incapaces de aceptar este resultado. Hace menos de una hora, Yan Zhi los trajo sin miedo a invadir el Palacio Dragón Fénix, declarando que traería a ese mocoso a la Secta para usarlo para su propio beneficio. Pero ahora, literalmente fue partido a la mitad por el Dragón Dorado. ¡Un maestro del Reino Santo acaba de morir miserablemente! En todo el Reino Tong Xuan, no hay muchos maestros que hubiesen alcanzado tal altura y todos ellos, se cultivaron diligentemente durante cientos de años para tener tales logros. Todos poseen métodos impactantes y habilidades extremadamente altas, sin mencionar que tienen varios trucos para salvar sus vidas, por lo que a lo largo de los siglos, muy pocos Santos han sido los que han muerto en combate. Por lo menos nadie de los presentes lo había visto. Pero ahora, esta difícil escena de comprender, se desarrolló frente a ellos.

Además, la Cueva Cielo Congelado solo tiene dos Santos, uno de ellos acaba de morir y el otro está siendo reprimido por el Maestro de Secta del Palacio Dragón Fénix. Al ver esto, los invasores perdieron sus espíritus de lucha, lo que hizo que sus impulsos cayeran en picada. Mientras tanto, el Dragón Dorado de una docena de metros de largo, dejó escapar otro gran rugido hacia los Cielos, aparentemente desahogando el dolor de sus heridas y haciendo una demostración de su poder. Por otro lado, el rostro de Bai Jing Chu palideció y no se atrevió a seguir luchando con Chen Zhou. Después de todo, aunque también es un maestro del Primer Orden Santo, como Yan Zhi, sigue siendo más débil que él, por lo que comprendió que no tiene ninguna posibilidad de victoria. "¡Retirada!" Gritó, antes de girarse apresuradamente para escapar.

"¡¿Crees que puedes escapar?!" Chen Zhou rugió, enviando un poderoso corte. La sangre salpicó y Bai Jing Chu desapareció a la distancia, dejando uno de sus brazos atrás, el cual pronto estalló en una niebla de sangre. Sin embargo, Chen Zhou se detuvo y no lo persiguió, mientras jadea por respirar. Sufrió bastantes heridas y está bastante cansado, por lo que no puede continuar. Por otro lado, los maestros restantes de la Cueva Cielo Congelado, vieron como huía Bai Jing Chu, por lo que entraron en pánico y escaparon como una manada de perros callejeros.

No fue hasta ahora que Chen Zhou tuvo tiempo para mirar adecuadamente al Dragón Dorado, el cual simboliza al Emperador Dragón, con una mirada de profundo y solemne respeto. Sin embargo, notó algo extraño, después de que el dragón partió en dos a Yan Zhi, se quedó inmóvil revelando una expresión pensativa, como si estuviese reflexionando sobre la batalla que acaba de luchar, y digiriendo los conocimientos que obtuvo. Chen Zhou sacudió la cabeza y se convenció a sí mismo que simplemente está pensando las cosas demasiado. Un momento después, el Dragón Dorado se transformó en una corriente de luz y se disparó hacia Sun Yu antes de desaparecer misteriosamente. Al mismo tiempo, el halo de luz que lo protege junto a Ling Jian, se retiró.

Chen Zhou de inmediato ajustó su expresión y arrastró su cuerpo cansado hacia Sun Yu, pero antes de que pudiese decir algo, Sun Yu ahuecó los puños respetuosamente y se inclinó. "¡Saludos Maestro de Secta!" Ling Jian a su lado saludó apresuradamente de la misma forma.

Chen Zhou se largó a reír. "No necesitas actuar humildemente, ahora eres el Emperador Dragón del Palacio Dragón Fénix, así que soy yo quién debe saludarte. No me hagas las cosas difíciles".

Sun Yu reveló una expresión incómoda mientras se rascaba la cabeza torpemente, sin saber qué debía decir ahora, provocando que su rostro se sonrojara levemente. Solo él entiende lo que sucedió. Hace un momento, solo apareció y dijo unas pocas palabras, pero quién realmente mató a Yan Zhi, no fue otro que su Mayor Yang, por lo que no tiene nada que ver con él. Además de eso, le dejó su propio Artefacto para protegerlo junto a su Maestros durante la pelea.

Chen Zhou sonrió alegremente mientras lo observaba y le gustó cada vez más su actitud ya que tuvo la errónea impresión de que este joven simplemente está siendo demasiado humilde. "Emperador Dragón, debo agradecerle por salvar mi vida y también debido a su intervención salvó a Ting Yi, si no hubiese aparecido..." Su rostro reveló una expresión de miedo persistente. Si no fuese por esa hoja de plata que la protegió en el último momento, su esposa habría sido asesinada por Yan Zhi. Para él, ella es su otra mitad, la mujer con la que comparte la vida y la muerte, por lo que cada uno de ellos, considera al otro, más importante que su propia existencia. De modo que como Sun Yu salvó a Yu Ting Yi, se ganó la más sincera gratitud de Chen Zhou.

"Eso es solo lo que debería haber hecho..." Agitó sus manos y la incomodidad y la impotencia que siente solo se hizo más fuerte. ¡Él no hizo nada!

Al ver su apariencia tímida, sonrió y asintió. "Emperador Dragón, acaba de experimentar una difícil batalla, por lo que debe estar muy cansado. Anciano Ling, acompañalo de regreso a la Secta para que descanse. Yo me quedaré aquí a revisar las consecuencias de la batalla".

"¡Sí!" Asintió respetuosamente antes de llevarse a Sun Yu. Mientras volaban, la expresión del joven se endureció ligeramente. "¡Jajajajajaja!" Ling Juan de repente estalló en carcajadas.

"Maestro, ¿por qué te estás riendo?" Preguntó desconcertado.

"¡Porque te las arreglaste para matar a un Santo! Pensé que estábamos muertos por segunda vez" No lo trata tan respetuosamente como lo hizo Chen Zhou, ya que después de todo, ambos tienen una relación de maestro, discípulo. Él lo vio crecer desde su infancia hasta hoy.

"No hablemos más de eso..." Se sonrojó.

"Bien" Asintió antes de murmurar. "Sin embargo, es muy impactante la Herencia del Emperador Dragón. Ya que puedes matar a un maestro del Primer Orden Santo en este momento, cuando tú mismo te conviertas en un Santo, ¿no significará que serás incomparable en este mundo? Cuando llegue ese momento, el Palacio Dragón Fénix será la fuerza más poderosa en todo el Reino Tong Xuan. Cuando llegue ese día, me beneficiaré de tu fama, jajaja". Ling Jian esencialmente está hablando consigo mismo en voz alta, como si pudiese imaginarse la maravillosa imagen que le depara el futuro. Sin embargo, Sun Yu por otro lado, solo bajó su cabeza y permaneció en silencio, mientras volaban de regreso a la Secta, avergonzándose de su Maestro.

Cuando llegaron al Palacio Dragón Fénix, la atmósfera tensa aún no había desaparecido. Todos los maestros salieron al encuentro del enemigo, por lo que los únicos presentes son los jóvenes discípulos y los cultivadores más débiles. Después de verlos regresar, de inmediato comenzaron a preguntarles lo que está sucediendo. Ling Jian de inmediato aprovechó su antigüedad y les pidió que se dispersaran, solo informándoles que obtuvieron una gran victoria y que los dos Santos enemigos fueron derrotados, uno asesinado y el otro perdiendo un brazo antes de huir. Los discípulos sonrieron con ironía antes esta historia y nadie tomó en serio sus palabras. Después de todo, aunque no son fuertes, entienden la brecha entre su Secta y la Cueva Cielo Congelado. El enemigo tiene dos Santos y ellos uno, ¿cómo podría entonces darse tal resultado? Por otro lado, Ling Jian no se molestó en explicarles y simplemente se llevó a Sun Yu a su residencia original.

Después de que Ling Jian se fue, Sun Yu exhaló un suspiro de alivio y finalmente relajó sus nervios tensos, mientras miraba a su alrededor. "Mayor Yang, Mayor Yang..."

"No grites, te he seguido todo el tiempo" Una voz familiar resonó.

Sun Yu se volvió hacia la fuente de la voz y rápidamente vio a Yang Kai sentado en una silla cercana. Sin siquiera darse cuenta de cuándo entró, lo que lo dejó nuevamente impresionado por sus poderosos métodos. Se levantó rápidamente y se inclinó respetuosamente. "Mayor Yang, nunca olvidaré la gentileza que tuvo al salvar mi Secta. ¡En el futuro definitivamente le devolveré este favor!"

Agitó su mano y respondió aletargado. "Siempre y cuando no reveles mi existencia, está bien"

Sun Yu se sorprendió al descubrir que Yang Kai está cubierto de cortes y magulladuras y que sus ropas están llenas de sangre. Especialmente, la prominente herida en la parte inferior de su abdomen, dónde aún queda un aura fría y débil, lo que provocó que su sangre estuviese congelada. Sin embargo, lo que más lo desconcertó, es el tenue tono dorado que proviene de su sangre. "Mayor Yang, ¿por qué está herido?" Preguntó bastante preocupado.

"Son solo unos pequeños rasguños, no te preocupes, solo necesito descansar un poco".

"¿Pero cómo se lastimó?" Está muy confundido. De principio a fin, no vio a Yang Kai actuar, todo lo que vio, fue a ese gigantesco Dragón Dorado luchar contra Yan Zhi. Aunque esa criatura sufrió numerosas heridas, ¿qué relación tiene esto con su Mayor Yang? Además, la gran lesión en la parte inferior de su abdomen corresponde a la que recibió el Dragón Dorado. Sun Yu vio claramente cuando Yan Zhi condensó su Verdadero Qi helado y lo atacó.