Chu Yi vaciló un momento antes de hablar. "Maestro Santo Yang, su Tierra Santa es una de las fuerzas principales de la Raza Humana. Se ha mantenido y prosperado por miles de años e incluso he leído que cuando luchamos contra la Raza Demonio hace muchos siglos, hicieron muchas contribuciones meritorias. La reputación del Gran Anciano Xu Hui también es bastante conocida. Entonces, ¿por qué está dispuesto a proteger a tantos Demonios? Desde la antigüedad, han sido nuestro enemigos jurados. Seguramente usted lo entiende, ¿verdad?"
"Naturalmente estoy al tanto de la historia de nuestras dos Razas". Asintió. "Pero mis subordinados, estuvieron encarcelados dentro de un Pequeño Mundo Independiente durante miles de años y solo por accidente logré encontrarlos y sacarlos de allí. No han estado en contacto con el mundo exterior durante milenos y hace mucho olvidaron el odio que existe entre Humanos y Demonios, así que siéntanse aliviados. Les garantizo que no les causarán problemas".
"¿Un Pequeño Mundo Independiente?"
"¿Encarcelados durante miles de años?"
"¿Eso es cierto?" Un estallido de charlas surgió entre la multitud, muchas personas le dirigieron miradas de envida a Yang Kai, preguntándose en secreto por qué no fueron ellos quiénes encontraron ese Pequeño Mundo Independiente. Si lo hubiesen hecho, tal vez ahora serían quienes conquistaron a tantos demonios poderosos. El mundo estaría a sus pies con una Fuerza así.
Yang Kai miró a Li Rong y ella continuó. "Si, nuestro Clan estuvo atrapado dentro de ese Pequeño Mundo Independiente durante milenios y fue hace solo dos meses que finalmente regresamos al mundo exterior. En ese momento, hicimos un voto en nombre del Gran Dios Demonio que en esta vida, nuestra lealtad pertenece al Joven Maestro. En cuanto al odio entre Humanos y Demonios, no nos interesa, solo buscamos un lugar para vivir en paz".
Al escuchar estas palabras, la expresión de Chu Yi cambió notablemente mientras la miraba con profundidad. Sabe el estatus que tiene el Gran Dios Demonio en los corazones de la Raza Demonio. Por lo que nadie se atrevería a hacer un voto a la ligera en su nombre. Todo esto lo hizo sentir mucho más aliviado ya que comenzó a creer esta historia.
"Pero deberían haber lugares más adecuados en las Tierras Demoníacas. ¿Es realmente necesario que se queden en Tierra Santa?" Fang Yue Bai frunció el ceño. "Como todos ellos son Demonios, ¿no es obvio que vayan allí? En cierto sentido, ese es su hogar".
"No pueden ir allí" Se rió.
"¿Por qué?"
"Porque hace unos días, se pelearon con la General Demoníaca Xue LI, la cuál sufrió una herida grave y se vio obligada a huir. Por lo que si intentan ir a las Tierras Demoníacas, ¿qué diferencia habrá? Prefiero que se queden conmigo".
"¿La General Demoníaca Xue Li?"
"¿Ella resultó herida?"
"¿Cuando pasó esto?"
"¿Quién la lastimó?" Comenzó otra ronda de charlas y todos quedaron en shock.
Yang Kai se encogió de hombros. "Se han convertido en enemigos de Xue Li, por lo que es imposible que vayan a las Tierras Demoníacas. Además, si son capaces de luchar contra ella siendo también Demonios, ¡significa que son enemigos de la Raza Demonio! Los enemigos de nuestros enemigos son nuestros amigos, ¿no es así?"
Fang Yue Bai y Chu Yi intercambiaron una mirada antes de asentir. Este último habló. "Si las cosas son realmente como las ha dicho, entonces todo esto es comprensible. Quiero creer en sus palabras, pero me temo que debo investigar los detallas de estos eventos con más cuidado antes de tomar una decisión final".
"Si desea preguntar sobre lo que he dicho, te sugiero que vayas a la Secta Cielo Alto. Esa noche, Chu Ling Xiao estuvo presente y fue él quién hirió a Xue Li".
"¡¿La Secta Cielo Alto estuvo involucrada?!" Sus ojos se iluminaron mientras asentía. "Bien, en ese caso, iré a visitarlos para aclarar toda esta situación".
Se rió entre dientes. "Muy bien. Solo una última cosa, he jurado que mis subordinados no actuarán de ninguna manera para poner en peligro a la Raza Humana. Sin embargo, si alguien viene a buscar problemas con ellos o conmigo, no me culpen por responder de la misma manera".
Wu Zheng resopló con frialdad, revelando un rostro desagradable, sintiendo que Yang Kai es demasiado arrogante y simplemente no es consciente de lo alto que están los Cielos.
"¿He disipado sus dudas? Si es así, pueden irse. Me han estado persiguiendo por tanto tiempo que deben estar cansados. Oh, también pueden quedarse en mi Tierra Santa por un tiempo, en cualquier caso, han viajado hasta mi puerta, por lo que podrían entrar".
Chu Yi sacudió la cabeza y sonrió con ironía. "He oído que su Tierra Santa está siendo ocupada por un Gran Mayor de la Raza Monstruo. Por lo que primero debe pensar en cómo resolver sus problemas inmediatos. ¿Me permitiría darle un último consejo?"
"Mayor Chu, por favor hable libremente".
"Estos subordinados suyos de la Raza Demonio, no pueden ser tan pacíficos como parecen. Si provocan algún problema, dañarán enormemente la reputación de Tierra Santa".
"Muchas gracias por su recordatorio, los cuidaré bien".
"Bien" Asintió dirigiéndole una mirada complicada a Yang Kai y a Li Rong antes de darse la vuelta y marcharse. Fang Yue Bai se detuvo un momento antes de despedirse y seguir a Chu Yi. Tan pronto como estos dos se fueron, más de la mitad de la multitud se dispersó.
Solo Wu Zheng se demoró, mirándolos fríamente con una expresión de odio. Los maestros que se quedaron con él tienen miradas similares en sus rostros. Yang Kai entendió que Chu Yi y Fang Yue Bai son personas razonables, por lo que luego de disipar sus miedos, naturalmente se irían. Pero Wu Zheng y los demás que se quedaron obviamente están menos dispuestos a comprometerse, todos son incapaces de aceptar que los Demonios residan en una Secta Humana. Por supuesto, a pesar de que Tierra Santa no tiene nada que ver con ellos. Si se dijera de manera amable, están defendiendo a la gente común del mundo, pero la verdad detrás de todo esto, es que actúan por prejuicios y despecho. "Chico, espero que realmente los contengas, de lo contrario, las consecuencias serán serias". Incapaz de provocar problemas por su cuenta, Wu Zheng simplemente dejó atrás esta amenaza apenas velada antes de irse furiosamente. El resto de los Humanos lo siguió.
Yang Kai se volvió hacia Li Rong y sonrió. "Vamos".
"Si" Asintió y le siguió el ritmo.
No muy lejos, un grupo de maestros de la Raza Humana que todavía parecen reacios a aceptar esto se acercaron a Wu Zheng. Uno de ellos susurró. "Mayor Wu, ¿realmente permitiremos que estos bastardos de la Raza Demonio se queden en Tierra Santa? Nos son más que un flagelo, si los dejamos en paz, tarde o temprano conducirán a un gran desastre".
"¿Qué más podemos hacer? Si el Maestro Santo los acepta, ¿qué podemos hacer los forasteros? A lo sumo, podemos pedirles a otros que no se asocien con esa Secta, para que queden aislados". Refunfuñó Wu Zheng, sabiendo que la mayoría de los reunidos aquí tiene poco o ningún contacto con Tierra Santa. Apretó los dientes antes de murmurar. "Ese Chu Yi y ese Fang Yue Bai no quisieron entrometerse en esto, ¿podría ser que son unos malditos ciegos?"
"Los Mayores puede que no vean la amenaza, pero usted es obviamente diferente. Si realmente quiere lidiar con esos Demonios, en realidad, tengo una humilde sugerencia, la cual tal vez produzca resultados positivos" Habló revelando una sonrisa traicionera.
"¿Oh?" Levantó una ceja. "Habla".
"La razón por la que el Mayor Chu y el Mayor Fang no quieren interferir es porque esos Demonios aún no han causado problemas, pero dado el temperamento de esos bastardos, tarde o temprano lo harán. Entonces, en lugar de esperar, ¿por qué no hacemos que pase? Si matan a alguna persona, ¿podrán las potencias Humanas sentarse a mirar? En ese momento, no solo esos dos Mayores se verán obligados a enfrentarlos, sino que también expertos mucho más fuertes".
Sus ojos se iluminaron. "Explícalo con más cuidado".
El hombre continuó con entusiasmo. "Hay muchas personas que sienten odio hacia la Raza Demonio, por lo que si extendemos la noticia de que se asentaron en Tierra Santa, no tenderemos que hacer nada. Ese mocoso de apellido Yang podrá lidiar con eso un par de veces, pero si continúa sucediendo una y otra vez, será intolerable..." Se largó a reír. "Además, Tierra Santa ahora está siendo ocupada por muchas Bestias Demoníacas raras, por lo que sus pieles, sangre, garras y huesos son excelentes materiales para la Refinación de Artefactos. ¡Esto atraerá a muchos!"
Levantó una ceja con una sonrisa. "¡Ciertamente eres demasiado traicionero!"
"Sus elogios son demasiado amables". Sonrió con picardía.
"Bien, entonces difunde la noticia rápidamente. Pero asegurate de ocultar cúantos maestros hay y cuales son sus cultivos, no queremos asustar a los que vengan" Sonrió.
"¡Mayor Wu es muy sabio!"
Al regresar al lugar dónde está el Clan Demonio Antiguo, los líderes se reunieron de inmediato para preguntar sobre la situación. "Solo son un grupo de personas con mucho tiempo libre, así que no es necesario prestarles atención." Li Rong dijo con indiferencia antes de volverse hacia Yang Kai. "Sin embargo, Maestro, ese Gran Mayor de la Raza Monstruo parece que todavía está allí. ¿Cómo planea lidiar con él? No debe subestimar a ningún Gran Mayor".
"Lo sé, ustedes continúen esperando aquí, iré a hablar con él" Frunció el ceño. Pedirle que viniera y pedirle que se fuera son cosas muy distintas. Si le pide que se vaya, puede que las cosas no resulten tan bien y si eso pasa, la situación se volverá desagradable. Aunque el poder que tiene a su disposición ahora le permite no temerle al Gran Mayor, tampoco le entusiasma iniciar una batalla a gran escala, después de todo, es vecino de la Selva del Mar de Bestias. Después de tomar un breve descanso, se llevó a Li Rong con él y se dirigió a Tierra Santa.
Medio día después, dentro de un gran salón en Tierra Santa, el Gran Mayor contemplaba en silencio el Camino Celestial, cuando de repente abrió sus ojos y miró a la distancia. Como si fuese capaz de perforar el espacio, su mirada se posó en Yang Kai y Li Rong. Por un lado, Yang Kai se detuvo y dirigió una sonrisa hacia cierto lugar a la distancia, mientras que Li Rong se volvió digna y miró hacia el horizonte, liberando un poco de su Energía Demoníaca. Después de un breve momento, el Gran Mayor recuperó su visión y sacudió lentamente la cabeza.
"Gran Mayor, ¿qué pasa?" Cai Die preguntó de repente.
"Ese mocoso ha vuelto" Sonrió. "Al parecer quiere reclamar Tierra Santa".
Frunció el ceño ligeramente. "¿Quién? ¿Yang Kai?"
"¿Quién más podría ser?" Asintió levemente.
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