Capítulo N° 00965 - Un Viejo y Un Joven

El tono del Dragón Trueno Llama Escarlata es amargo y al mirarlo, Yang Kai comprendió de inmediato que le teme a esta mujer, por lo que tosió rápidamente. "Bien, vamos al grano" Al escucharlo, las expresiones de los tres Grandes Mayores se volvieron serias. "Las palabras por sí solas no serán suficientes para describirles la situación adecuadamente. Es mucho mejor si pueden verlo por si mismos para que comprendan la gravedad de la situación" Agregó de inmediato.

"¿Quieres que lo veamos por nosotros mismos?" El Dragón Trueno Llama Escarlata levantó la ceja ligeramente, sin entender muy bien qué es lo que quiere que vean.

"Por favor, confíen en mí y rebajen las defensas de sus Mares de Conocimientos" Dijo mientras reunía una bola brillante de luz blanca en la punta de sus dedos, la cual está compuesta por la Energía Espiritual de Yang Kai y tiene las mismas fluctuaciones que su Alma, por lo que obviamente es la copia de algunos de sus recuerdos. Los tres Grandes Mayores intercambiaron una mirada antes de asentir. Entonces, Yang Kai apuntó con el dedo hacia sus frentes y les transmitió una brizna de Energía Espiritual, transmitiéndole sus recuerdos. Sus cuerpos temblaron levemente y cerraron los ojos de inmediato, para examinar cuidadosamente la información que recibieron. Lo que Yang Kai les transmitió no solo fue lo que vio en la Capital Demoníaca, sino también los eventos que él mismo presenció en el Templo Espíritu del Agua. Después de mucho tiempo, abrieron los ojos, con expresiones aún más dignas que antes. Ahora entienden lo peligrosa que es la Raza Ósea.

"No esperaba que este asunto estuviese relacionado con el Gran Dios Demonio".

"Además de eso, muchos Mayores de nuestra Raza lucharon contra los invasores de las estrellas" Yu Er frunció el ceño profundamente. "¿Por qué nunca escuché nada de eso? Con tantos Mayores muertos en batalla, debería haber sido un evento glorioso transmitido por generaciones".

"¿Por encima del Reino Santo existe el Reino del Santo Rey? ¿Desde la antigüedad solo el Gran Dios Demonio alcanzó ese nivel?" El Viejo Buey gritó. "¡Es realmente inconcebible!"

"¿Qué quieres que hagamos?" El Dragón Trueno Llama Escarlata miró a Yang Kai.

"¡Ayúdenme!" Respondió de manera concisa. "Según mis observaciones, la Raza Ósea no tiene ningún maestro del Reino del Santo Rey en este momento. Los más fuertes son maestros del Tercer Orden Santo y son varios de ellos. Sin embargo, la mayor dificultad con respecto a esas criaturas, es que tienen la capacidad de crear nuevos miembros. Debemos detenerlos lo antes posible". Reveló una mirada heroica. "Aunque parezcan increíblemente poderosos y casi invencibles, no es el caso. ¡Si las tres Razas nos unimos, destruirlos para siempre no es imposible!"

Asintió. "Bien, haremos eso, entre antes mejor, esperar será muy peligroso. Viejo Buey, Yu Er, ¿qué piensan ustedes? Yo no puedo tomar la decisión por toda la Raza Monstruo".

"Lucharé contra ellos" Yu Er asintió, mientras que el Viejo Buey se encogió de hombros y agitó su mano, como si no le importara de ninguna manera.

El Dragón Trueno Llama Escarlata sonrió. "Incluso Zhang Yuan luchará, ¿cómo podríamos quedarnos afuera de esto? Si se corriera la voz, seríamos el hazmerreír del mundo y se nos tacharía de cobardes. ¡Por supuesto que pueden contar con todos nosotros!"

Su espíritu se elevó. "Gran Mayor, sabía que era un hombre recto".

Sacudió la cabeza. "No se trata de eso, es solo que pienso en la supervivencia de la Raza Monstruo. ¡En el Reino Tong Xuan, esos bastardos invasores no tienen cabida!" Después de que los tres Grandes Mayores acordaron participar, se dispersaron de inmediato para reunir sus fuerzas. La Selva del Mar de Bestias no está lejos de Tierra Santa, por lo que una vez que reúnan a sus subordinados, podrán unirse a Yang Kai rápidamente. Por lo que prontamente aparecerán.

Tanto la Raza Demonio como la Raza Monstruo declararon su posición, indicando que usarían todas sus fuerzas para intervenir en este asunto, haciendo que Yang Kai se sintiera decepcionado de las potencias de la Raza Humana, quiénes aún no deciden que hacer. Solo las Fuerzas que tienen estrechos vínculos con Tierra Santa o con Yang Kai, se unieron, el resto decidió esperar y ver qué pasaba. Ellos asumieron que la situación no es demasiado grave y que incluso si la plaga se extiende, no los afectará en gran medida. Esta actitud ambigua causó mucha frustración en Xu Hui, el que maldijo con vehemencia, pero al final, no podía hacer nada por cambiar la situación.

•••
Un día, un par de hombres, un viejo y un joven, llegaron a las afueras de Tierra Santa. El anciano tiene una larga cola de caballo blanca y desordenada, pero exuda el aplomo de un sabio, mientras que el joven tiene rasgos extremadamente bonitos, tanto que muchas mujeres secretamente estarían celosas de él. "Maestro, hemos llegado" El joven miró hacia las Nueve Cimas y respiró hondo. "Ese mocoso está viviendo bastante bien ahora, este paraíso es realmente enorme"

El anciano acarició su barba y sonrió. "No es necesario envidar al resto, nosotros hemos viajado libremente por el mundo y también obtuvimos muchas ganancias".

"Si, tiene razón" Asintió respetuosamente. "Entonces, ¿por qué decidió venir aquí?"

Sonrió. "Escuché que hay un Gran Maestro Alquímico en este lugar, deseo saludarlo".

"¿Cómo es posible que usted se interese en un Gran Maestro? ¡Nadie se le compara!" Se largó a reír obviamente sin tomar en serio sus palabras, pero al siguiente instante, su expresión se volvió digna luego de pensar en algo. "¿Desea que la Raza Humana no se avergüence?"

"Si ya lo sabes, ¿por qué me lo preguntas?" Suspiró levemente. "La situación del mundo es muy preocupante, pero él es muy joven aún. ¿Cuántas personas se le unirán realmente? Sin embargo, la Raza Demonio y la Raza Monstruo han comenzado actuar, mientras que nuestra Raza Humana finge ignorancia. Me he escondido durante mucho tiempo, ¡es el momento de reaparecer!"

"Sabía que esas eran sus verdaderas intenciones" Sonrió felizmente.

"Hay algunos discípulos haciendo guardia, ve e informales de nuestra llegada" Agitó su mano y el joven rápidamente se acercó a los discípulos de Tierra Santa.

El guardia escuchó atento. "¡Por favor espere un momento, iré a informarle al Gran Anciano!"

Dentro de la Sala de Píldoras ubicada en la Corte Santa, Yang Kai estaba refinando píldoras junto a Xia Ning Chang y los cinco Grandes Maestros cuando de repente escuchó pasos afuera de la puerta. Frunció el ceño y dejó de lado lo que está haciendo antes de salir silenciosamente de la habitación. Allí, Xu Hui estaba esperando. "¿Qué pasa?" Preguntó.

"Según el informe de un discípulo, un hombre llamado Di Yao solicitó verlo".

"¿Di Yao?" Su cuerpo se sacudió. "¿Está solo o junto a un anciano?"

Se sorprendió sin entender por qué de repente se mostró tan emocionado, sin embargo, respondió rápidamente. "Efectivamente lo está acompañando un anci..." Antes de que terminara de hablar, Yang Kai salió rápidamente, por lo que se rascó la cabeza confundido. Nunca lo había visto marcharse con tanta urgencia para recibir a un invitado. Después de todo, debido al estatus actual de Tierra Santa, muy pocas personas están calificadas para ser recibidas personalmente por el Maestro Santo. ¿Qué tipo de identidad posee este Di Yao para que le tuviese tanta estima? Mientras se preguntaba esto, Yang Kai regresó. "Maestro Santo uste..." Una vez más, antes de que pudiese terminar sus palabras, entró en la Sala de Píldoras. Un momento después, escuchó gritos enojados.

"¡Mi píldora Santa se ha arruinado! ¡¿Qué estás haciendo?!"

"Cielos, ¿qué tramas? ¡Estas derrochando los dones del Cielo!"

"No tires de mí, debo seguir realizando Alquimia, ¡me niego a irme!"

"¿Alguien vino? ¿Quién puede ser más importante que nuestra Alquimia?"

"Lo diré claramente, ¿qué cualidades tiene esta persona para hacer que salgamos a saludarlo? ¡Me niego rotundamente, solo dile que se vaya!" Los cinco Grandes Maestros gritaron caóticamente, obviamente están muy descontentos con que Yang Kai interrumpiera su Alquimia. De repente, Xu Hui escuchó a Yang Kai susurrar algo y los ancianos dejaron de gritar, quedando completamente en silencio, como si se hubiesen quedado mudos. Luego, se escucharon el sonido de pasos apresurados e inmediatamente salieron corriendo por el pasillo, cada uno de ellos revelando miradas frenéticas, mientras se apresuraban lo más que podían. Incluso el gordo Chang Bao se negó a quedarse atrás, corriendo tan rápido como un conejo y confiando en su inmensa figura para empujar a los otros Grandes Ancianos y así tomar la delantera. Xu Hui se quedó estupefacto frente a esta escena.

Nunca había visto a estos cinco Grandes Maestros mundialmente famosos perder la compostura. "Por... por favor, ¡esperen!" Solo tuvo tiempo de gritar antes de que desaparecieran. Al siguiente instante, Yang Kai y Xia Ning Chang volaron apresuradamente. "¿Qué pasa?" Murmuró confundido.

A las afueras de las Nueve Cimas, cuando Yang Kai y Xia Ning Chang llegaron, vieron a los cinco Grandes Maestros reunidos alrededor del anciano de pelo blanco, con expresiones de adoración, hablando con cautela y vacilación. Chang Bao se secó el sudor de su frente y reveló una gran sonrisa. Parece que recibió algunos elogios de este anciano, por lo que se sonrojó de la emoción.

"¡Hermano Yang!" El joven de pie junto al anciano lo saludó.

"¡Hermano Di!" Respondió calurosamente. "Han pasado algunos años".

"De hecho, no nos vemos hace casi diez años..." Mientras recordaba lo que vivieron en la Ciudad Nubes Flotantes, de repente vio a Xia Ning Chang y exclamó. "¿Eres tú? ¿Por qué estás aquí?"

"Ella es mi hermana mayor, Xia Ning Chang"

"¿Tu hermana mayor...?" Se congeló. "¡¿La encontraste?! ¡Felicidades!"

"Muchas gracias" Sonrió antes de acercarse al anciano y ahuecar sus puños. "Este Menor saluda al Mayor Li". Xia Ning Chang también realizó un elegante saludo.

"Pequeño Yang, no necesitas ser educado conmigo" El Mayor Li sonrió y asintió con su cabeza. "Además, he llegado sin previo aviso, espero que no te ofendas por mi visita".

"Mayor Li, debe estar bromeando. Es un honor que haya venido a Tierra Santa, ¿cómo podría ofenderme? ¡Por favor pasen!" Abrió el camino y señaló las Nueve Cimas.

El Mayor Li sonrió y asintió nuevamente. Siendo escoltado por los cinco Grandes Maestros, se dirigió al interior de Tierra Santa. Mientras tanto, los discípulos que hacían guardia y vieron esta escena, casi se les salieron los ojos de sus órbitas, preguntándose que tipo de estatus posee este joven y este anciano para ganarse el respeto de los Grandes Maestros y del Maestro Santo.