Capítulo N° 00980 - ¿Qué estás haciendo?

Fuera de la habitación de Xia Ning Chang, el gordo Chang Bo interrogó a Yang Kai, mientras su saliva volaba por todo el lugar regañándolo en voz alta. "¡La pequeña Xia no ha salido de su habitación desde hace medio mes! ¡Incluso se niega a realizar Alquimia! ¡Todo es tu culpa!"

Kong Ruo Yu resopló con frialdad y continuó. "Como hombre es tu responsabilidad hacer que tu mujer se sienta segura y protegida, no debes causarle dolor. ¡Está bien que seas el Maestro Santo de Tierra Santa! ¡Pero en esta área en particular, te falta bastante camino por recorrer!"

Incluso Du Wan habló solemnemente. "Apúrate y piensa en cómo consolara".

Los cinco Grandes Maestro parecían estar firmemente del lado de Xia Ning Chang, protegiéndola vigorosamente mientras lo culpaban de todo. Así que Yang Kai se quedó congelado como un pollo de madera. No anticipó que la relación de estos cinco viejos con ella se volvería tan cercana. Recordó que cuando estos ancianos llegaron por primera vez a Tierra Santa, estuvieron dispuestos a dejar su orgullo para permitirles estudiar Alquimia con él, en ese entonces, recibió mucho respeto, pero ahora, debido a su pequeña hermana mayor, todo esto es cosa del pasado.

Antes de que pudiera decir cualquier cosa para defenderse, Hong Fang resopló. "Mocoso, escuché que irás al Cielo Estrellado para buscar a una mujer, ¿no? ¿Qué tipo de mujer en el mundo podría compararse con la pequeña Xia? ¿Podrías aclararlo?"

"Así es, ¡la pequeña Xia es la mejor chica de este mundo! ¡Cómo te atreves!"

"Ella es amable, gentil, comprensiva, pura, inocente y linda. ¡Realmente me hace preguntarme cómo es que pudo tomarle simpatía a un pequeño bastardo como tú!" Al enfrentar esta segunda ronda de reprimendas, Yang Kai se quedó sin palabras nuevamente.

"¡Pequeña Xia! ¡No estés triste!" Kong Ruo Yu se volvió hacia la puerta y gritó. "¡No necesitas preocuparte por este mocoso tan indeciso! ¡Te prometo que te presentaré a un buen joven, aunque tal vez no sea tan bueno como Yang Kai, seguirá siendo un dragón entre los hombres!"

El rostro de Yang Kai se puso negro al declarar rotundamente. "Anciana Kong, si no quieres que ese hombre del que hablas tenga un accidente, es mejor que nunca pise Tierra Santa".

Le devolvió la mirada desafiante. "¿Qué estás diciendo? ¿Así que resulta que tú puedes actuar a medias, pero la pequeña Xia ni siquiera puede decidir por sí misma? ¿Qué clase de hombre eres?"

"Eso no es lo que quise decir..." Sintió un gran dolor de cabeza ya que no puede explicar la situación con claridad. Se preguntó que tomaron estos cinco Grandes Maestros para interferir en esto.

De repente, la puerta de la habitación se abrió y en la oscuridad, Xia Ning Chang apareció frente a todos, con sus hermosos ojos brillando sin el menor rastro de impurezas. Sin embargo, todos se dieron cuenta que estaban un poco rojos e hinchados. "No digan cosas malas de mi hermano menor..." Habló con una voz tranquila antes de mirar a Yang Kai débilmente, mordiéndose su delgado labio. "Irá a buscar a la hermana mayor Su Yan, ella es una muy buena persona".

"Finalmente te decidiste a salir" Suspiró Chang Bao mientras se secaba el sudor en su frente, antes de preguntarle apresuradamente a Xia Ning Chan si estaba bien.

Sin embargo, ella lo ignoró. "Es mejor que entres para que hablemos" Lo llevó al interior.

Yang Kai se dio la vuelta después de que entró y de alguna manera esbozó una sonrisa. "Grandes Maestros, deberían ir a descansar, ya es tarde para ustedes, sus cuerpos no tolerarán estas altas horas de la noche." Antes de que pudiesen responderle, cerró la puerta rápidamente.

"Ese mocoso apestoso..." Hong Fang resopló sonriendo impotente.

"Bien, Yang Kai ahora está por su cuenta" Du Wan se largó a reír. "Deberíamos irnos ahora" Los Grandes Maestros son personas experimentadas, por lo que naturalmente entienden el dolor en el corazón de Xia Ning Chang. La única razón por la que reprendieron duramente a Yang Kai hace un momento fue para obligarla a salir. Después de todo, quieren ayudarlos. Saben que la única forma para resolver un problema es abrir el corazón y conversarlo adecuadamente.

Dentro de la habitación, después de que los cinco viejos se alejaron, Yang Kai miró a Xia Ning Chang con una mirada de disculpa. "Debo ir a buscar a Su Yan, vine esta noche para contártelo".

"Lo sé" Asintió suavemente. "No te detendré, es solo que soy un poco reacia a separarme..." Sus ojos cristalinos se empañaron y se sumergió en los brazos de Yang Kai, enterrando la cabeza en su pecho. Sus lágrimas brotaron un tiempo antes de que finalmente pudo hablar. "No tienes que preocupare por esto, solo encuéntrala y traela de vuelta con nosotros".

"Si" Asintió pesadamente, abrazando a la hermosa mujer con fuerza, sintiendo la suavidad y el calor de su cuerpo. Sin embargo, no sintió excitación, solo una sensación de desgana y culpa.

Xia Ning Chang pareció sentir sus preocupaciones, por lo que le susurró suavemente. "No te sientas culpable. Si yo me hubiese ido al Cielo Estrellado, también me buscarías, ¿verdad?"

"¡Por supuesto!" La abrazó con más fuerza, sintiéndose agradecido por que lo entiende.

"Se que la encontrarás" Levantó la cabeza y lo miró con sus bellos ojos de media luna.

"¿De verdad?"

"Si, después de todo, ya nos encontraste una vez". Declaró. "Así que ciertamente no fallarás. Si dos personas están destinadas a estar juntas, no importa qué tan lejos estén, no importa cuánto tiempo pase, inevitablemente se reunirán. Pienso que es así, de hecho, en mi momento más desesperado tú..." Se mostró avergonzada, como si no pudiese decir las siguientes palabras.

"¿Yo qué?" La miró fijamente con una sonrisa.

Se sonrojó de vergüenza y bajó la mirada mientras sus delicadas manos agarraban la ropa de Yang Kai, susurrando con una voz casi inaudible. "Parecías un héroe..." Tan pronto como dijo estas palabras, se sonrojó aún más, tiñéndose de un rojo brillante y su corazón comenzó a acelerarse, lo que provocó que la temperatura de su cuerpo se elevara. Ella no es el tipo de persona que fácilmente revelaría sus pensamientos, especialmente los cercanos a su corazón. Hablar de sus verdaderos sentimientos es su límite. De repente, recordó el momento en que viajaron juntos al Valle de la Montaña para obtener las Nueve Gotas de Rocío Yin, cuando sufrieron esa emboscada. Cayeron en un peligro de muerte, pero Yang Kai se mantuvo erguido frente a ella, golpeado y ensangrentado, todo para protegerla. En ese momento, su espalda no era tan ancha como ahora, incluso parecía un poco débil y poco confiable, pero aún así, se mantuvo firme como una montaña, resguárdandola del viento y la lluvia. A partir de ese instante, su figura se grabo en su corazón. Cada vez que recordaba esa escena, se llenaba de una cálida dulzura y no paraba de sonreír.

Después de un tiempo, estuvieron separados por diez años. Mientras seguía a su Maestro del este al oeste en el Reino Tong Xuan, se encontró con muchos jóvenes talentosos, herederos de grandes Sectas y Familias, muchos de los cuales expresaron su admiración por ella sin disfraz. Sin embargo, permaneció indiferente ya que su corazón nunca fue movido por ninguno de ellos. Solo estaba esperando y finalmente, después de muchos años, logró su deseo. Cuando quedaron atrapados, siendo incapaces de escapar, se sumergió en las profundidades de la desesperación y el desamparo, pero esa misma figura de sus recuerdos apareció nuevamente y le devolvió la esperanza. En ese momento, sintió que incluso si muriese, valdría la pena. Tal era la emoción y alegría que llenaron su corazón. Así que si hoy debía irse, lo único que debe hacer es esperar, ya que sabe que regresará.

Xia Ning Chang es muy paciente. Incluso si los mares se secan y las montañas se convierten en polvo, ella lo seguirá esperando. De repente, su cuerpo se sintió ligero, por lo que gritó tiernamente. Para cuando reaccionó, descubrió que había sido levantada por Yang Kai. Sus brazos son fuertes y poderosos, haciéndola sentir cómoda y segura, como si estuviese a flote en el puerto más pacífico, eliminando toda su ansiedad y cansancio. "Hermano menor, ¿qué estás haciendo?" Le habló con ternura al ver que la miraba con una sonrisa significativa, mientras caminaba hacia la cama. Bajo su suave mirada, sintió que se derretía como la nieve a principios de primavera. Es vagamente consciente de lo que está sucediendo, por lo que su corazón comenzó a latir con fuerza. Su respiración se aceleró y una asombrosa cantidad de calor se elevó de su tierno cuerpo.

Yang Kai mantuvo su sonrisa significativa, lo que hizo que Xia Ning Chang cerrara sus ojos y se mordiera el labio, metiendo su cabeza en su pecho sin atreverse a enfrentarlo. Sintiendo una suavidad en su espalda, se encontró acostada en la cama, con la luz brillante de la luna sobre ella, entrando desde la ventana cercana. Yang Kai se sentó al borde de la cama y miró fijamente esta hermosa escena, mientras acariciaba suavemente el cabello de su amada. "Hermanita mayor, ¿recuerdas esa vez en el Pabellón Cielo Alto cuando salí un tiempo y luego regresé por la noche? Te encontré acostada en mi cama profundamente dormida..." Preguntó de repente.

Abrió los ojos y susurró. "Fue hace tanto que ya no lo recuerdo". ¿Cómo podría no recordarlo? Está demasiado avergonzada como para admitirlo. Ese día, había ido a entregarle un mensaje. En ese entonces, no se conocían y nunca habían intercambiado saludos. Pero ella lo esperó dentro de su pequeña cabaña de madera y nunca regresó. Esperando, en algún momento se quedó dormida y cuando despertó, se encontró con Yang Kai de pie junto a la cama, mirándola con unos ojos de enamorado. No supo cuándo había regresado, pero podía recordar claramente los ojos de Yang Kai en ese momento. No contenían rastros de obscenidad, solo admiración, como si no pudiese soportar la idea de que tenía que despertarla de su descanso. Como si fuese una tortura hacerlo.

"Ahora te veo igual que en aquel momento" Su voz era suave y sus ojos se llenaron de amor. "La suave luz de la luna brilla sobre ti y la gema zafiro en tu frente refleja su resplandor. Cuando te vi así, me sorprendí por tu belleza. Estaba muy envidioso en ese entonces, preguntándome qué hombre afortunado elegirías en el futuro. ¿Cómo pude haber sabido que el afortunado sería yo?"

Sus sinceras palabras de tierno afecto fueron como una espada afilada que atravesaron las defensas de Xia Ning Chang, haciendo que se perdiera en la dulzura melosa, incapaz de liberarse de esta dichosa felicidad. Sus ojos se volvieron borrosos y se sonrojó de un rojo brillante, mientras que su corazón latió rápidamente y una llama ardiente brotó desde su cuerpo. Entonces, lo miró con anticipación, estiró sus delicados brazos alrededor de su cuello y lo tiró suavemente hacia ella.