Capítulo N° 00981 - Recuerda mi Apariencia

Dentro de la habitación, sobre la blanda cama, Xia Ning Chang cayó en un estado de embriaguez. Yang Kai no actuó de manera agresiva y en su lugar, susurró dulces palabras llenas de sus tiernos sentimientos, lo que le permitió bajar todas las defensas. Esto la hizo sentir como si estuviese flotando en las nubes, revoloteando en el viento, como si su cuerpo se balanceara de un lado al otro, con un aliento caliente brotando de sus labios. Sus hermosos ojos se volvieron borrosos y una inmensa expresión de satisfacción apareció en su rostro inocente. Yang Kai se inclinó y besó su frente, luego la punta de su nariz, con movimientos extremadamente cautelosos, como si estuviese manejando la mejor obra de arte del mundo. Necesita ser cuidadoso al extremo.

Mirándolo a los ojos, se tiñó de un rojo brillante mientras le susurraba suavemente. "Hermano menor... cuando estés lejos de aquí, recuerda mi apariencia".

Yang Kai se sorprendió por un momento, pero pronto asintió suavemente. Han pasado muchos años desde que conoció a Xia Ning Chang, pero en todo este tiempo, nunca ha visto por completo su rostro. En todo momento, usaba su velo, el cual es un Artefacto que impide que alguien mirara su cara. Al principio, también tenía curiosidad por saber cómo se veía, pero a medida que pasó el tiempo, descubrió que ya no le importaba en absoluto. Si poseyera una belleza que pudiese destruir un país o una apariencia completamente ordinaria, ella es una existencia irreemplazable. Después de todo, tiene los ojos más puros del mundo, eso es suficiente. Además, nunca pensó que antes de su partida tomaría la iniciativa de mostrarle su rostro, pero obviamente no se negaría.

Al momento siguiente, Xia Ning Chang se quitó suavemente el velo y reveló su apariencia inmaculada. Cerró sus ojos y levantó la cabeza nerviosamente, permitiendo que Yang Kai la mirara sin obstrucciones. Él la miró con atención y su cuerpo tembló por la conmoción. A pesar de que se había preparado mentalmente, al momento en que vio su verdadero rostro, se sintió muy abrumado. Su apariencia no es la más hermosa que ha visto, pero es tan hermosa como Su Yan o Shan Qing Luo. Sin embargo, hay algo más en ella que la hace única. Su Yan emite una frialdad noble, mientras que Shan Qing Luo exuda seducción y Xia Ning Chang desprende un temperamento puro y santo. Como si en toda su existencia, no hubiese tenido un rastro de polvo en su cuerpo o Alma. Su nariz de porcelana, sus mejillas ligeramente ruborizadas y sus labios en forma de pétalos. Ningún rastro de cosmético la adorna, ya que es innecesario en ella. Es una gran belleza, exquisita e impecable. Pero cuando sus rasgos puros y prístinos se combinaron, ocurrió un resultado inesperado. Su santidad e inocencia se entrelazaron, haciendo que Yang Kai sintiera como si esta hermosa joven frente a él fuese inviolable y estuviese a una gran distancia del mundo mortal.

Yang Kai ha viajado por todas partes durante muchos años y ha visto y conocido a muchas mujeres hermosas, pero ninguna le ha dado un impacto tan intenso como la imagen de Xia Ning Chang. Luego de ver su verdadera apariencia, su corazón se llenó de un impulso difícil de reprimir. Desea poder abrazarla con tanta fuerza hasta que sus cuerpos se vuelvan uno, y así nunca separarse de ella. Cuanto este pensamiento se apoderó de él, tuvo que obligarse a respirar profundamente y reprimirlo firmemente, por lo que su expresión se volvió solemne. Después de todo, no es un hombre sin autocontrol, al contrario, es bastante experto para controlar sus acciones y emociones en todo momento. Sin embargo, aún tiene tales pensamientos. Ni siquiera sabe cuán intensa sería la reacción de otros hombres si vieran por completo su hermoso rostro.

"Hace mucho tiempo, el Maestro dijo que no debería exponer mi rostro fácilmente, es por eso que he utilizado este velo todos estos años..." Susurró en voz baja y sus mejillas se sonrojaron. Bajo la intensa mirada de Yang Kai claramente sigue muy avergonzada.

"El Tesorero Meng tenía razón" Asintió repetidamente mientras pasaba su mano por el sedoso cabello de Xia Ning Chang, inclinándose aún más cerca de ella mientras le habla suavemente. "Creo que la mayoría de los hombres luego de verte tendrían solo dos pensamientos".

"¿Qué pensamientos?" Está terriblemente avergonzada, pero al sentir curiosidad preguntó.

"Querrán protegerte, o robarte la inocencia..." Si los hombres la mirarán, algunos querrán proteger su inocencia y así mantenerla ignorante de los asuntos mundanos y otros, querrán teñir su pureza con su propio color destruyendo su santidad. Cualquiera se sentiría satisfecho con esto. La combinación de estas ideas contradictorias, indudablemente le traerían muchos problemas.

"¿Y qué hay de ti?" De repente, encontró su coraje y lo miró directamente a los ojos. ¡Saber los verdaderos pensamientos de su amado es un tema de gran preocupación! No le importa en absoluto lo que piensen los demás, lo único que le interesa es saber lo que siente Yang Kai.

"¿Qué hay de mí?" Sonrió con malicia. "Creo que no pienso muy diferente..." Al decir eso, se inclinó por completo y le besó suavemente sus labios rojos.

"Em..." Su tierno cuerpo se tensó y sus hermosos ojos se abrieron de par en par. Sintió que su Alma recibió un ataque devastador, lo que la hizo perder todo el control sobre su cuerpo, inmovilizándola hasta el punto en que ni siquiera podía pensar con claridad, mucho menos hablar. Sin embargo, todo eso pronto se vio abrumado por una gran felicidad y satisfacción. Cerró lentamente sus ojos y disfrutó de este momento tan esperado y embriagador, mientras su corazón latía como un tambor.

Mientras Yang Kai la besaba suavemente, sus manos se extendieron y deslizaron dentro de sus ropas, encontrando el camino hacia sus senos impecables antes de comenzar a amasarlos, complaciéndose de su asombrosa elasticidad y suavidad de ensueño, sintiendo el increíble calor que se elevaba, pellizcó sus puntas de jade. El jadeo de Xia Ning Chang se volvió aún más feroz al sentir el hormigueó que inundó su pecho cada vez que esas fuertes manos acariciaban su carne. Pero no sentía ningún malestar, sino que estimuló sus nervios y envió conmociones a través de su Alma, llenándola de sentimientos de consuelo y felicidad. Quiso que el tiempo se congelara en este momento y dejara de fluir. De repente, comenzó a desatarle la topa y su tierno cuerpo tembló. Muchas veces se hizo la dormida mientras Yang Kai y Su Yan disfrutaban el uno del otro, así que sabe sobre los asuntos entre hombres y mujeres y entiende lo que pasará una vez que la despojen de sus ropas. Cuando estuvo completamente desvestida, su respiración se hizo corta.

Bajo la pálida luz de la luna, la exquisita figura de Xia Ning Chang brillaba como el mejor jade. Yang Kai se tomó su tiempo para contemplar esta creación divina, grabándola en lo más profundo de su Alma. Luego, continuó besándola y acariciándola, tocando las tensas fibras de su corazón. Está decidido a regalarle la noche más perfecta e inolvidable de su vida. Con su partida hacia el Cielo Estrellado, esto es lo único que puede hacer por ella por ahora. Así que se negó a dejar atrás cualquier tipo de desagrado o arrepentimiento. Las sábanas se humedecieron gradualmente a medida que Xia Ning Chang perdía la capacidad de pensar por sí misma y sus deseos inconscientes se filtraron entre sus labios jadeantes, pronto, comenzó a gemir y su tierno cuerpo se retorció hacia adelante, mientras toda su piel brilló en un tono rosado. Yang Kai supo que había llegado el momento, por lo cuál la hizo suya y los suaves movimientos pronto se volvieron vigorosos. Debido a esto, la Corte Santa pareció verse envuelta en un aura primaveral y el aliento de vida llenó el aire.

Fuera de la Corte Santa, una bonita figura se paró en silencio, mirando con sus hermosos ojos hacia adelante, revelando complejas emociones. Otra sombra se acercó lentamente. Se trata de An Ling Er, quién lleva un pequeño candelabro con ella, pero la figura anterior no se dio cuenta de su llegada, por lo que tosió ligeramente, despertándola de su estupor y haciéndola saltar como un conejo asustado, por lo que su bonito rostro se sonrojó. "Señorita Qiu, ¿qué está haciendo en este lugar a tan altas horas de la noche?" Miró a Qiu Yi Meng con sospecha.

"Oh... yo solo pasaba por aquí..." Miró hacia la Corte Santa furtivamente.

"¿Tiene algún asunto que necesita discutir con el Maestro Santo?" Rápidamente vio algunas pistas en su comportamiento, por lo que sonrió pensativamente. "Si es así, puede pasar a verlo, después de todo, no eres extraña para él y no creo que este dormido".

"N... no..." Agitó sus manos. "Yo... yo no vine por él... solo.. ¡vine a ver las estrellas!"

"¿Vino a ver las estrellas?" Miró hacia el cielo por un momento antes de soltar una risita. "Pero la luna está muy brillante esta noche, no hay muchas estrellas para ver".

"Bueno..." Se sonrojó de un rojo aún más brillante.

"Probablemente el Maestro Santo se irá mañana y no hay forma de saber cuánto tiempo pasará hasta que regrese. Si pierde esta oportunidad, no sé cuando tendrá la próxima. ¿Por qué duda?" Vio a través de su complejo corazón, por lo que le dio un pequeño empujón.

"Realmente no vine aquí por él" Respondió con vergüenza

An Ling Er continuó sonriendo significativamente y estaba a punto de decir algo más cuando de repente un sonido extraño llegó a su oído, haciéndola fruncir el ceño para prestar atención. Qiu Yi Meng también se dio cuenta de esto y se concentró en escuchar. Un momento después, los rostros de ambas mujeres se tornaron de un rojo carmesí mientras intercambiaban miradas nerviosas.

"Ejem..." Tosió levemente. "El viento esta noche es agradable, así que la acompañaré a mirar las estrellas" Está demasiado avergonzada como para regresar a la Corte Santa, por lo que tomó la iniciativa de sentarse alrededor de una mesa cercana y miró hacia el cielo.

Qiu Yi Meng asintió y se sentó rápidamente a su lado. Las dos jóvenes no dijeron una palabra, lo que les permitió escuchar los violentos latidos de sus propios corazones, así como los sonidos intermitentes que veían detrás de ellas y parecían penetrar directamente en sus oídos, haciéndolas sentir increíblemente incómodas, apretando sus manos y juntando con fuerza sus piernas mientras sus cuerpos se retorcían suavemente. Sintiendo hormigueos desde sus valles profundos.

"Jeje.. que clima tan maravilloso el de hoy" Dijo palabras sin sentido

"Si" Asintió distraídamente.

Los sonidos amortiguados se volvieron más claros y fuertes con cada momento que pasaba, haciendo que las dos jóvenes sintieran que el hormigueo en la parte inferior de sus abdómenes se transformaran en llamas, mientras que el cálido viento nocturno pasó por sus delgadas piernas, enviándoles escalofríos a sus columnas vertebrales. Esta mezcla de frío y calor las hizo sentir como si sus cuerpos se hubiesen vuelto de repente mucho más sensibles que antes.

"¡Nunca lo habría imaginado!" Declaró con una expresión incrédula.

"¿Qué cosa?" Se volvió hacia ella y le preguntó.

"Que esa chica tan callada y reservada pudiese gritar tan intensamente..."

"Jeje..." No sabía cómo responder.

"¿No entrarás?" Se mordió el labio. "Es el momento perfecto, no tendrás que decir nada".

"¿Ah..?" Se sorprendió y se sonrojó tímidamente. "¿Cómo podría eso estar bien?"

"¿Por qué te avergüenzas en este momento? ¡Si estuviese en tu lugar, entraría ahora mismo y le daría una buena lección!" Continuó instándola, deseosa de causar problemas.

"¡De ninguna manera!" Agitó sus manos frenéticamente. "Yo no podría hacerle eso". Qiu Yi Meng no es capaz de actuar como un mendigo celoso para suplicarle su amor.

"No tengas miedo, yo te apoyaré plenamente. Si dejas pasar esta oportunidad, tal vez en el futuro no puedes hacer nada" Continuó susurrándole tentaciones diabólicas.

Qiu Yi Meng pareció vacilar, pero después de pensarlo cuidadosamente por un momento, sacudió su cabeza y se puso de pie. "Esperaré a que regrese. Cuando lo vea la próxima vez, ¡no lo dejaré ir! Buenas noches Señorita An, me iré a mi casa a descansar".

"¿Ah? ¡Oye espera! No me dejes sola aquí..." An Ling Er se levantó para detenerla, pero ella ya había desaparecido. Al sentir la respiración pesada y los gemidos estimulantes desde el interior de la Corte Santa, se mordió sus labios con fuerza y encogió su cuerpo, cubriéndose los oídos con sus manos mientras maldecía una y otra vez a Yang Kai en voz baja.