Capítulo N° 01843 - Arrestando Inocentes

"Mayor Bai..." El sudor de Xia Jing Wu caía por su frente mientras esbozaba una sonrisa. "Mayor Bai, mi nombre es Xia Jing Wu y tuve la suerte de conocerlo hace tres años, no se si me recuerda..."

Bai Zheng Chu lo miró con frialdad. "No se quién de demonios eres tú".

Sonrió y ahuecó los puños. "Usted no necesita recordar cosas tan triviales, sin embargo tengo algo de amistad con uno de sus subordinados, el Mayor Kang Sheng. Por respeto a esa amistad, ¿estaría dispuesto a entrar al salón por un momento para poder explicarle la situación en detalle?" Mientras hablaba se quitó su Anillo Espacial y se lo entregó sigilosamente. Todas sus pertenencias están en el interior del anillo, pero no dudó en dárselos porque sabe bien que si la Cámara de Comercio Cinco Caminos no sobrevive a esta catástrofe, no hay forma de quedarse con sus cosas de todos modos.

"¿Conoces a Kang Sheng?" Lo miró con sorpresa.

Asintió y se inclinó en el suelo. "Si, solo por buena suerte".

Resopló. "¿Cómo podría Kang Sheng asociarse con tanta basura? Parece que tendré que reprenderlo".

Tan pronto salió esta declaración el rostro de Xia Jing Wu cambió drásticamente. Sus palabras ahora arrastraron al Capitán de Patrulla Kang Sheng a estas aguas fangosas. Después de este incidente, incluso si por milagro Bai Zheng Chu no destruye la Cámara de Comercio Cinco Caminos, Kang Sheng ciertamente nunca no los dejará escapar. Después de todo la amistad que tiene con él se basa por completo en Cristales Santos, por lo que dicha amistad naturalmente es extremadamente frágil.

"Pero tienes bastante coraje como para atreverte a sobornar a un Vice Comandante delante de los ojos de todos" Resopló con frialdad antes de extender la mano y tomar el Anillo Espacial de Xia Jing Wu para luego lanzarlo a uno de sus subordinados y declarar en voz alta. "La Cámara de Comercio Cinco Caminos cometió violencia, hizo alarde de las leyes de la ciudad e intentó sobornarme para encubrir todos sus cargos. Por estos tres delitos, todos ellos serán inmediatamente arrestados".

"¡Sí!" El grupo de cultivadores gritó y luego rodeó a los miembros de la Cámara de Comercio Cinco Caminos. Además de Hua You Meng que está en el Tercer Orden del Regreso al Origen, solo Gao Hong está en el Primer Orden del mismo Reino. Todos los demás solo están en el Reino del Santo Rey. Si Hua You Meng estuviese en su apogeo, abría podido luchar, pero está bajo los efectos de la Lluvia de Pétalos de Flores por lo que ahora es la más débil de todo el grupo y aunque es todavía consciente, no puede usar su Qi Santo, por lo que vio impotente como capturan a sus Hermanos y Hermanas. Pronto, todos fueron atrapados y Xia Jing Wu y Yao Qing tienen los rostros magullados.

"Nosotros no atacamos a nadie, ¿por qué nos hacen esto? ¡Es injusto!" Yao Qing gritó.

"¿Oh? ¿No atacaron a nadie? ¿Entonces todos los testigos del incidente están mintiendo?"

"¡Realmente no fuimos nosotros!" Apretó los dientes y rugió.

"Mayor Bai..." Gao Hong reveló una expresión vacilante antes de hablar. "Nosotros no atacamos a nadie. La persona que derrotó al Diácono Min lo hizo con un solo movimiento de su mano, ¿cómo podría nuestra pequeña Cámara de Comercio Cinco Caminos tener un Maestro como él? Mayor Bai usted es extremadamente sabio y perspicaz, así que seguramente ya sabe esto, ¿no es verdad?"

Bai Zheng Chu la miró con fríaldad. "¿Estas acusándome de confundir el bien con el mal?"

"¡No me atrevería!" Tembló asustada pero aún así continuó. "Pero está arrestando a los inocentes mientras deja escapar al culpable. Si este asunto llegara a ser conocido por el Comandante Lu, no se lo que él haría. Mayor Bai, tal vez solo está algo confundido, por favor comprenda la verdad".

"¡Insolente!" Gritó bruscamente y sus ojos se volvieron feroces, pero Gao Hong se obligó a soportar esta presión y lo miró fijamente. Después de un tiempo Bai Zheng Chu sonrió significativamente. "No pensé que hubiesen tantos entre ustedes que no le teman a los Cielos. ¡Bien! ¡Ya que dices que el culpable no es alguien de la Cámara de Comercio Cinco Caminos, ¿dónde demonios está él?!"

"Está ahí" Señaló en cierta dirección rápidamente.

"¡Gao Hong!" Hua You Meng le dirigió una mirada molesta y llena de tristeza.

Reveló una sonrisa lamentable. "Presidenta, fue él quién causó este problema, así que no podemos asumir la responsabilidad. Me culpes o no, debo decir la verdad" Al decir eso extendió la mano y le tapó la boca a Hua You Meng con mucha firmeza para que ella ahora no pudiese seguir hablando.

"El atacante aún está aquí ¿y dices que no es de la Cámara de Comercio Cinco Caminos?" Bai Zheng Chu miró a Gao Hong con una gran mueca de desprecio. "¿Me estás tomando por tonto?" Resopló.

Explicó rápidamente. "Es porque hicimos todos los esfuerzos por hacer que el verdadero culpable permaneciera aquí para esperar su llegada Mayor y así usted pudiese resolver todo este asunto".

"¡Bien!" Sonrió levemente aparentemente satisfecho con esta respuesta. "Si ese es el caso entonces llevame con él. ¡Quiero ver al bastardo que se atrevió a actuar con tanta presunción en mi ciudad!"

"¡Por aquí Mayor!" Inmediatamente abrió el camino mientras seguía cargando en sus brazos a Hua You Meng cuyo cuerpo sigue flácido. Gao Hong entrecerró los ojos hacia el pabellón donde está Yang Kai con una expresión fluctuante. Pero después de un momento sus ojos se volvieron firmes como si hubiese tomado una gran decisión mientras que en secreto formó algunos Sellos con sus manos. Xia Jing Wu que también los sigue la vio y su expresión se volvió solemne. Un momento después, un pequeño grupo se apiñó fuera del lugar. "Mayor, él está adentro. Si no me cree, simplemente dígale que salga y lo confronte y sabrá que lo que dije antes es cierto" Se hizo hacia un lado y señaló.

Bai Zheng Chu la ignoró ya que su enfoque está en el pabellón frente a él. Entonces liberó su Sentido Divino para mirar al interior. Notó a alguien adentro pero cuando intentó descubrir su cultivo, no sintió nada. En ese momento su Sentido Divino penetró en esa persona pero fue como una piedra que se hunde en un vasto mar. Esto hizo que se quedara mirando hacia adelante por un momento, consciente de que la fuerza de su oponente no es baja. Sin embargo, esto tiene sentido, después de todo cualquiera que pudiese derrotar al Diácono Min con un solo movimiento ciertamente no es débil. Al menos Bai Zheng Chu no lograría tal hazaña. Como tal, no se atrevió a actuar demasiado presuntuoso por lo que recuperó su Sentido Divino. Pero esto sigue siendo la Ciudad Estrella Púrpura y está acostumbrado a ser arrogante y dominante como Vice Comandante, por lo que no le importó que tan fuerte sea la persona del interior. "Muéstrate en este instante y paga por tus crímenes!"

Nadie respondió. Esto provocó que su rostro se volviera sombrío. "¡Escucha, si sabes lo que es lo mejor para ti sale por tu cuenta! ¡No me importa cuál sea tu origen o cuán poderoso sea tu cultivo, como te atreviste a actuar con tanta presunción en mi ciudad tendrás un final miserable! ¡Pero si cooperas obedientemente es posible que tengas la oportunidad de sobrevivir! ¡Así que sale ahora mismo!" Esperó un rato con una expresión tranquila, pero nuevamente no hubo respuesta, lo que hizo que se enojara de vergüenza y gritara furiosamente. "¡Bastardo Insolente yo mismo te lanzaré a la Prisión Congelada! ¡Veremos si seguirás siendo arrogante después de eso!" Al decir eso agitó su mano y le habló fríamente a seis de sus subordinados cercanos. "¡Entren ahora mismo y captúrenlo!"

Los seis cultivadores no son nada estúpidos, por lo que saben que el hombre dentro del pabellón no es alguien a quién deban provocar, pero como Bai Zheng Chu les dio esta orden, no se atrevieron a desobedecer, así que ellos tuvieron que entrar. Todos pensaron que habrían una gran conmoción a continuación y en el peor de los casos algunos sonidos de lucha desde el interior de la habitación, pero por el contrario, después de que estos seis entraron no se escuchó ningún sonido en absoluto. Si no fuese porque sus auras de vida no desaparecieron, todos habrían asumido que están muertos. El rostro de Bai Zheng Chu se volvió solemne y el grupo de la Cámara de Comercio Cinco Caminos intercambió miradas incrédulas, incapaces de entender lo que está sucediendo. Pero un momento después, varias figuras salieron volando desde el interior y cayeron al suelo inmóviles. Obviamente son los seis que habían entrado, pero ahora todos tienen expresiones de paz en sus rostros, como si estuviesen dormidos. En la superficie no parecía que sufrieron ningún daño e incluso algunos lucen grandes sonrisas en sus rostros, como si estuviesen experimentando un muy agradable sueño.

Bai Zheng Chu jadeó audiblemente. Esos seis son todos cultivadores del Primer Orden del Regreso al Origen, no son hombres que puedan ser controlados casualmente. Incluso si él toma medidas contra ellos, no habría podido lograr esto. Pero siendo uno de los ocho Vice Comandantes de la Guardia de la Ciudad, no podía mostrar debilidad en esta situación, así que después de recomponerse, ordenó. "¡Síganme!" Si no puede controlar a este alborotador se convertirá en una vergüenza para su estatus En este momento, solo podía rezar en secreto para que no fuese un Maestro del Reino Origen del Rey, de lo contrario no tendrá forma de poder ganar. Por otro lado, al escucharlo, un gran grupo de guardias entró corriendo al pabellón. Pero esta vez ya no hubo silencio ya que se escucharon sonidos de gritos y peleas de inmediato. Al siguiente instante, un cultivador tras otro fue arrojado y cayó al suelo aullando miserablemente. En un abrir y cerrar de ojos todos fueron expulsados a excepción de Bai Zheng Chu pero por sus continuos gritos lamentables está muy claro que su situación es terrible.

"¡Ahora!" Gao Hong de repente gritó sosteniendo a Hua You Meng y voló hacia el cielo.

Xia Jing Wu que también había entendido sus intenciones también gritó. "¡Vamos!"

"¿Ah?" Yao Qing y Hai Tang no reaccionaron hasta este momento pero aún así los siguieron queriendo escapar del caos. Sin embargo, solo llegaron a un par de docenas de metros antes de que un aura aterradora los rodeara, la cual era como una montaña presionándolos hacia abajo, por lo que antes de que se dieran cuenta de lo que está pasando, todos fueron derribados al suelo. Entonces, en el cielo sobre ellos, apareció una serie de ondas y en el centro hay una figura que apareció de la nada.