Capítulo N° 00826 - Cucarachas

Yang Kai se relajó gradualmente después de volar unas pocas docenas de kilómetros más. Pero antes de que tuviese la oportunidad de recuperar el aliento, frunció el ceño mirando hacia una determinada zona de la jungla. En esa dirección, apareció un Artefacto con forma de pergamino y al siguiente instante, las Bestias que estaban dibujadas salieron y cargaron contra él. Inmediatamente después, detrás de esta horda de criaturas, un rayo de luz afilado que emite un aura opresiva y peligrosa también cargó contra Yang Kai. Sin atreverse a dudar, condensó el Gran Escudo Celestial, una de las Habilidades Divinas de los Nueve Cielos. Las bestias se estrellaron directamente contra el escudo desapareciendo y el rayo de luz también, haciéndolo rebotar. En este punto, el escudo se derrumbó y Yang Kai tosió antes de volver una mirada sombría hacia la fuente de los ataques.

Allí, Zhang Ao se largó a reír alegremente. "¡Pequeño Bastardo! ¡Realmente te atreviste a salir! ¡Al parecer los Cielos realmente están de mi lado!" Cao Guan extendió su mano hacia el rayo de luz, el cual se transformó en un Artefacto tipo espada larga. Wu Jie por otro lado flotó detrás de los dos como si fuese un espectro, mirando a Yang Kai en silencio. El trío había pensado que no tenían esperanzas de capturarlo y se preparaban para retirarse y considerar una estrategia cuando de repente se enteraron de que Yang Kai abandonó Tierra Santa. Sin embargo, para sus sorpresas, incluso sin el poder de la Matriz Espiritual de las Nueve Cimas, bloqueó sus ataques. Solo en este momento se dieron cuenta que habían subestimado la fuerza de Yang Kai.

"¡Veamos a dónde corres ahora! ¡Estamos muy lejos de Tierra Santa, así que incluso si quieres pedirle ayuda a ese Gran Mayor te será imposible!" Cao Guan se largó a reír.

"Si que son realmente molestos" Yang Kai los miró con evidente impaciencia. No esperaba encontrarse con ellos aquí. Había pensado que después de que sufrieron tal derrota frente a la Raza Monstruo, se escabullirían de regreso a sus respectivas Sectas y sellarían sus puertas. Pero inesperadamente, no perdieron la esperanza y se mantuvieron aquí esperando. Frente a tres maestros del Reino Santo, de los cuales uno alcanzó el Segundo Orden Santo, sabe que no es su oponente. Con su cultivo y medios actuales, apenas puede luchar contra un maestro del Primer Orden Santo, aunque con posibilidades escasas de vencer. Después de todo, el Reino Santo y el Reino Trascendental parecen ser fundamentalmente diferentes. Luego de encontrarse con varios Santos e incluso competir contra varios de ellos, está muy consciente de este hecho. Sin embargo, si estos tres quieren capturarlo, es poco realista, por lo que permaneció tranquilo e indiferente.

"Jejeje, mocoso, no hay camino al Cielo ni al Infierno para ti, ríndete sin luchar y no tendrás que sufrir". Zhang Ao declaró con frialdad mientras liberaba silenciosamente su Energía Espiritual, queriendo influir en su mente para amortiguar su voluntad de resistir. Sin embargo, Yang Kai ni siquiera parpadeó, ignorando por completo su ataque de Sentido Divino. Al ver esto, Zhang Ao frunció el ceño ligeramente. Este mocoso del Segundo Orden de Trascendencia parece ser un pozo negro sin fondo, no importa cuanta Energía Espiritual enviara contra él, no podía ver a través de sus profundidades. Esto lo desconcertó bastante.

"¿Creen que solo ustedes tres podrán capturarme?" Sonrió burlonamente. "Por favor, hagan sus mejores esfuerzos, me gustaría ver si tienen alguna habilidad real".

"¡Maldito mocoso arrogante!" Cao Guan rechinó los dientes. "Ven con nosotros en silencio y no te trataremos mal, pero si nos obligas, ¡no te mostraremos piedad!"

"¡Vengan! ¡Les juro que si no logran atraparme, les devolveré este insulto exterminando a todas sus familias!" Su mirada se volvió feroz. Estos tres son peores que las cucarachas, por lo que lo irritaron bastante. Se prometió a si mismo que en el futuro los matará.

"¡Desafortunadamente para ti, nunca tendrás tal oportunidad!" Zhang Ao extendió su mano y manipuló su Artefacto tipo pergamino, creando una poderosa fuerza de succión la que hizo que el espacio alrededor de Yang Kai se ondulara y distorsionara, como si fuesen las ondas que produce una piedra en un tranquilo pozo, volviéndose espeso y viscoso. Una mirada engreída de victoria apareció en el rostro de Zhang Ao, pensando que no tiene forma de escapar de este encarcelamiento. Sin embargo, Yang Kai sonrió en respuesta, sin moverse un centímetro. Entonces, la fuerza de succión aumentó repentinamente y el Artefacto se extendió envolviendo a Yang Kai desde todas las direcciones. Al ver esto, Cao Guan se llenó de alegría y dejó escapar una risa estridente. Al siguiente instante, Zhang Ao resopló con frialdad atrayendo el Artefacto hacia él, pero después de examinarlo cuidadosamente, su expresión se volvió oscura y sombría. ¡Yang Kai quién debería estar envuelto en el pergamino desapareció misteriosamente! ¡No hay nada dentro!

"Al parecer escapó hace mucho tiempo" Los ojos de Wu Jie destellaron.

"¿Escapó?" Zhang Ao se mostró incrédulo. "¿En qué momento?"

"Probablemente en el momento en que lo atacaste... jajaja, las Habilidades Divinas de los Nueve Cielos son realmente impresionantes" Volvió su cabeza y miró a lo lejos.

Siguiendo su mirada, Zhang Ao y Cao Guan liberaron rápidamente sus Sentido Divinos y efectivamente, a una docena de kilómetros a la distancia, captaron el aura de Yang Kai. En este momento, vuela a una velocidad extraordinaria, lo que los hizo quedarse boquiabiertos. Su velocidad no es menor que la de un maestro ordinario del Reino Santo. No es de extrañar que no mostrara pánico, resulta que tiene algo de habilidad. "¡Ni siquiera sueñes con escapar de mi alcance! ¡Te perseguiré hasta los confines de la tierra si es necesario!" Rugió Zhang Ao antes de que su cuerpo parpadeara, desapareciendo al siguiente instante. Cao Guan se apresuró a mantener el ritmo. Wu Jie por otro lado se quedó tranquilamente en su lugar por un momento, revelando una mirada de interés, antes de volar a toda velocidad dejando un rastro de niebla verde detrás de él.

Mientras volaba, Yang Kai extendió su Sentido Divino para captar los movimientos de esos tres y su expresión se volvió aún más fría. No anticipó que sería perseguido de esta manera y aunque no le teme a sus perseguidores, se siente bastante incómodo, por lo que continuamente buscó oportunidades para perderlos. Sin embargo, estos tres son Santos, por lo que no será una tarea fácil deshacerse de ellos por completo. Pasó el tiempo y perdió la noción de cuán lejos ha volado. Aunque logró perderlos un par de veces, después de un tiempo, lo encontraban otra vez. No sabe que métodos están utilizando para localizarlo con tanta precisión desde tan lejos. Fue solo ahora que entendió que ha subestimado la atracción que genera la Herencia de Tierra Santa para estos tres. El hecho de que a él no le importe, no quiere decir que otros no la codicien. Originalmente, había planeado volar en dirección a la Secta Cielo Alto. Si pudiese llegar allí, no podrán hacerle nada. Sin embargo, se perdió y ahora no sabe dónde está, lo que lo hizo sentir una profunda rabia.

Un día, mientras continuaba con su escape, de repente se detuvo y miró a lo lejos. Delante de él, un aura inusual se estaba acumulando lentamente, haciéndolo sentirse vigilante. Un momento después, el aura se volvió mucho más fuerte y delante de sus ojos, una figura envuelta en ropas negras, la cual desprende una espeluznante niebla verde pareció aparecer de la nada. Los ojos de Yang Kai se entrecerraron mientras miraba con sorpresa. "¿Wu Jie?" Yang Kai no sabe que tipo de Habilidad Divina utilizó el Maestro de la Secta del Inframundo, pero de alguna manera, le permitió aparecer al instante frente a él. Este método superó con creces su comprensión.

Sin embargo, Wu Jie luce extremadamente cansado, está más pálido de lo habitual, jadea por respirar y su Verdadero Qi fluctuá algo inestable. Yang Kai extendió rápidamente su Sentido Divino tal lejos como pudo y después de descubrir que no había otros peligros cerca, inmediatamente tomó acción, activando su Sala de Batalla de Almas. Entonces, una luz blanca brilló y una fuerza misteriosa brotó de su cuerpo, sorprendiendo a Wu Jie con la guardia baja, atrayendo su Avatar de Alma.

"¡Ah..!" Wu Jie se sorprendió y gritó, pero al siguiente instante, su conciencia se volvió borrosa. Cuando recuperó la sensatez, descubrió que su Avatar de Alma había abandonado su Mar de Conocimiento y ahora está en un extraño mundo completamente blanco.

No muy lejos, el Avatar de Alma de Yang Kai lo mira con crueldad. La Sala de Batalla de Almas es el Artefacto de grado Santo en el que él junto a An Ling Er estuvieron atrapados en las Ruinas Antiguas debajo del mar, pero esta es la primera vez que lo utiliza después de haberlo adquirido. La habilidad de este Artefacto es que atraé a la fuerza los Avatares de Alma de todos quienes estén dentro de su alcance y los lleva a un espacio especial, lo que obliga a sus oponentes a luchar solo con sus Almas. Sin embargo, tiene un gran inconveniente. Al usarlo, el Avatar de Alma de Yang Kai también entra en él, dejando vulnerable su cuerpo físico en el mundo real. Sin embargo, Wu Jie es un maestro del Primer Orden Santo del cual no entiende sus métodos del todo. Por lo que no dudó en convocar la Sala de Batalla de Almas para terminar con él lo antes posible. Además, quiere aprovechar de descubrir si su Energía Espiritual actual puede competir contra un genuino Santo.

Al darse cuenta de las intenciones de Yang Kai, Wu Jie rápidamente agitó sus manos. "Chico, no seas tan impulsivo, no estoy aquí para pelear contigo".

Frunció el ceño. "¿Pueden tener sentido tus palabras ahora?"

"¿No me crees?" Lo miró con una extraña sonrisa. "Si realmente tuviese intenciones maliciosas hacia ti, no habría aparecido frente a ti de esa manera. Estoy seguro que puedes sentir que mi fuerza actual está lejos de mi nivel máximo, ¿no?"

Yang Kai lo miró sospechosamente mientras lo revisaba con su Sentido Divino continuamente, observando sus reacciones para descubrir si está diciendo la verdad o no.